Insiste en que el documento está "lleno de inconcreciones" y es "chapucero e improvisado"
SANTANDER, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
El diputado regional del PP Eduardo Van den Eynde cree que hablar del acuerdo para el empleo suscrito con patronal y sindicados como el principal acuerdo económico de la legislatura es "para echarse a temblar", porque se trata de un documento "lleno de inconcreciones, chapucero, improvisado y con cuantificaciones imposibles".
De esta forma, en nota de prensa, el portavoz 'popular' en materia de empleo salió al paso de las afirmaciones realizadas hoy por la vicesecretaria general del PSC-PSOE, Rosa Eva Díaz Tezanos, quien ha considerado "vergonzosa y lamentable" la crítica del PP al que los socialistas ven como el acuerdo más importante de la legislatura.
Para Van den Eynde, "lo vergonzoso y lamentable es que se pretenda hacer pasar como una estrategia política y social contra la crisis, un documento chapucero" en el que lo único que se hace es "poner en seis folios una serie de actuaciones inconexas, algunas de las cuales no pasan de ser meras enumeraciones y brindis al sol".
Además, opinó que si ese documento es "la estrategia económica del Gobierno hasta el año 2020 como afirmó" en el Pleno del Parlamento la vicepresidenta cántabra y consejera de Empleo y Bienestar Social, Dolores Gorostiaga, "entonces la cosa es muchísimo más grave y preocupante".
Asimismo, el diputado del PP recalcó que "nadie ha ridiculizado ni despreciado a la patronal ni a los sindicatos" y señaló que "quien no ha dado la talla política ha sido el Gobierno pretendiendo aparentar que se actúa".
"Lo que se ha hecho es una crítica absolutamente razonable que para nada supera el límite de la crítica parlamentaria, porque las chapuzas son chapuzas, las listas de ocurrencias son eso y no otra cosa, y las cuantificaciones artificiosas y sin fundamento en castellano las llamamos coloquialmente la cuenta de la vieja", apostilló.
Van den Eynde dejó también claro que el PP "no sólo dice estar a favor de la concertación social, sino que lo demostró cuando el Gobierno presidido por José Joaquín Martínez Sieso suscribió el primer acuerdo de concertación social de Cantabria".
"POR ENCIMA DEL BIEN Y DEL MAL"
Pero matizó que "en un sistema democrático nadie, ni los poderes públicos ni el Parlamento ni la concertación social, están por encima del bien y del mal" y, por tanto, "cuando se adoptan acuerdos erróneos, la crítica se dirige a esos acuerdos en concreto, pero no a las instituciones de donde emanan".
Así, insistió en que "ni uno solo de los calificativos vertidos es un insulto, ni han ido dirigidos contra personas ni instituciones, sino contra el acuerdo, lo demás es intentar manipular a la opinión pública".
"Si no les gusta que les llamen chapuceros el camino más corto es no hacer chapuzas, y no rasgarse las vestiduras y pretender presentar como ofensas intolerables e institucionales lo que son, exclusivamente, críticas a un acuerdo concreto", sentenció.
El diputado señaló que los ciudadanos y sus representantes "tienen derecho a criticar cualquier decisión y así lo hacen habitualmente, esto es el abecedario de una democracia y no se puede pretender confundir el todo con las partes".
Para Van den Eynde la mesa de concertación social es un órgano que le "merece el mayor de los respetos", pero también advirtió que no le otorga "infalibilidad a nadie", por lo que, en su opinión, "los agentes económicos y sociales que lo han suscrito han errado apoyando una propuesta del Gobierno que es chapucera, carente de contenido y rigor".
A su juicio, "lo que ocurre es que Gorostiaga es consciente de haber hecho el ridículo con esa propuesta y en vez de reconocer y enmendar el error prefiere refugiarse en el martirologio, atacando de forma desproporcionada a quien ha cumplido su deber, que es el de evaluar el plan presentado".
CONSENSO
Por otro lado, indicó que "lo que es un auténtico insulto a los ciudadanos es intentar engañarlos" y rechazó que Díaz Tezanos afirme que el acuerdo para el empleo responde a la petición de unidad de los ciudadanos, "cuando lo presentan firmado y cerrado al Parlamento, sin pedir tan siquiera la opinión al principal partido de la oposición".
"Ésta es una curiosa forma de entender el consenso: llegar al Parlamento con un documento al que no has podido aportar nada, al que te sumas o no, y que no tiene enmienda posible porque ha sido ya refrendado en la mesa de concertación", concluyó.
