SANTANDER, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de Manos Unidas, Myriam García Abrisqueta, ha lamentado hoy que se haya "retrocedido en la consecución de los objetivos de desarrollo, dejando a los pobres una vez más entregados a su suerte", un hecho que atribuyó a "los dramáticos acontecimientos del 11-S, primero, y el estallido de la crisis económica y financiera, después", que han "enfriado las buenas expectativas y compromisos de la cumbre del Milenio".
Así lo afirmó durante la inauguración del Seminario 'La lucha contra la pobreza en un mundo en crisis. Hay soluciones', organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), y en la que también participaron el director general de Asuntos Europeos y Cooperación al Desarrollo del Gobierno de Cantabria, Alberto García Cerviño, y el alcalde de Santander, Iñigo de la Serna.
La presidenta de Manos Unidas afirmó que si la crisis es planteada como "una oportunidad para reflexionar sobre las contradicciones, las desviaciones y las potencialidades de un modelo equivocado de desarrollo", de ella podría salir "otro mundo" y un modelo "más acorde con la dignidad humana, más respetuoso con el medio ambiente y por tanto más justo y sostenible".
Para García Abrisqueta, "las soluciones existen y los cambios son posibles", aunque para ello es necesario "un compromiso en pro de valores", como la libertad, la igualdad y la solidaridad, "pilares de convivencia" que constituyen los "grandes desafíos y también esperanzas" de futuro.
ENTRE 55 y 90 MILLONES DE POBRES
Posteriormente, en rueda de prensa, responsables de Manos Unidas, entre ellos su presidenta y el coordinador del departamento de Estudios y Documentación de la entidad y director del curso, Juan Souto Coelho, alertaron de que la crisis económica dejará entre 55 y 90 millones de personas en situación de pobreza extrema, que se sumarán a los 1.020 millones que en la actualidad padecen hambre.
Souto Coelho demandó que para salir de la crisis se haga "protagonistas" a los más pobres, potenciando recursos "a pequeña escala" de modo que tengan más "posibilidades" y sean capaces de mantener su propio desarrollo.
Informaron además que Manos Unidas lanzará el próximo mes de octubre una campaña centrada en la lucha contra el cambio climático como un asunto de "justicia". La iniciativa, que llevará por lema 'Plántate contra el cambio climático y siembra un clima de justicia', surge del análisis de las causas y consecuencias de este fenómeno en todo el mundo y la constatación de que "está llevando a una injusticia social" a los países más pobres, que son los que menos emisiones contaminantes realizan y, también, los que menos recursos reciben para hacer frente y adecuarse a los efectos del cambio climático, como sequías, inundaciones o huracanes, según el coordinador de campañas de la ONG, Marco Gordillo.
Gordillo explicó que la campaña se enmarca dentro de una iniciativa promovida por una coalición de 16 agencias europeas y norteamericanas que fomentan la cooperación internacional para el desarrollo y la solidaridad.
DESARROLLO SOSTENIBLE
En este marco, Manos Unidas se ha "posicionado" y pide a los gobiernos, de cara a la Cumbre sobre el Cambio Climático que se celebrará en diciembre en Copenhague, que se reconozca para los países del sur y los menos desarrollados el "derecho" a un desarrollo sostenible. También cree "imprescindible" una trasferencia de recursos por parte de los países más ricos a los más pobres para adaptarse al cambio climático, pero en una línea de financiación "distinta" a la ayuda actual al desarrollo. Paralelamente, la ONG aboga por una trasferencia tecnológica a los estados del sur.
Con todo ello, la coalición sobre el clima demanda una disminución de "al menos" el 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero -fundamentalmente CO2- para el año 2020 y del 80% para 2050, en relación a los niveles de 1990.
Gordillo opinó que sería un "maniqueísmo" plantear que el cambio climático es "responsabilidad única" de los países ricos. Así, si bien reconoció que la incidencia de estos estados es "mayoritaria", "de ninguna manera" se puede eliminar "ningún tipo de responsabilidad" sobre los países del sur.
Ahora bien, dejó claro que de cara a la Cumbre de Copenhague se exigirá que cada país colabore en la lucha contra el cambio climático en función de su "responsabilidad" y sus "posibilidades".
En este sentido, dio la bienvenida a decisiones como la impulsada desde los países emergentes, "co-responsables" del calentamiento global, que "por iniciativa propia" se están imponiendo restricciones sobre los niveles de emisión de gases de efectos invernadero.
Otra de las causas que incide en el calentamiento global pese a que no se incluyó en la negociación del Protocolo de Kioto es, a juicio de Gordillo, la deforestación, que causa aproximadamente en el 17% del total de CO2 que se emite a la atmósfera. Sobre este asunto, precisó que los países que más inciden son Brasil e Indonesia.
El responsable de Manos Unidas destacó que entre 1990 y 1990 se registraron en el mundo unos 568 desastres naturales, el 94% en países del sur, estados "pobres" y "vulnerables", donde también se produjeron el 97% de las muertes causadas por esos fenómenos. Son por tanto los estados más golpeados por el cambio climático, ya aunque son los que menos gases contaminantes generan, acumulan los mayores efectos y reciben menos recursos para adaptarse a la situación.
Por último, la presidenta de Manos Unidas recordó que en 2008 la entidad financió 774 nuevos proyectos en 59 países de África, América y Oceanía, por un valor superior a los 46,7 millones. Ello se suma a los 1.222 proyectos en los que ya colaboraba el ejercicio anterior.
García Abrisqueta abogó por luchar contra la pobreza -algo que va en el "ADN" de Manos Unidas- pero, también, contra factores que la causan, como el cambio climático.