SANTANDER, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las pequeñas y medianas empresas de Cantabria creen que sus ventas caerán este año un 36,53 por ciento y, a la par, se verán obligadas a recortar el empleo en un 13,79%. La tendencia ya se inició el pasado año, al cerrar 2008 con un descenso del 8,56% en las ventas y del 3,1 por ciento en las plantillas, como consecuencia de una crisis que ya han sentido ocho de cada diez pymes de la región.
Éstas son algunas de las conclusiones que se ponen de relieve en un estudio sobre los efectos de la crisis en las pequeñas y medianas empresas de la comunidad, elaborado por la Cátedra Pyme de la Universidad de Cantabria bajo el patrocinio de la Consejería de Economía y Hacienda y el banco Santander, y con la colaboración del Icane, Sodercan y CEOE-Cepyme Cantabria.
El rector de la UC, Federico Gutiérrez Solana; el consejero de Economía, Ángel Agudo, y el director de la Cátedra, Francisco Javier Martínez, presentaron hoy en rueda de prensa el estudio, que esta tarde se dará a conocer también en un acto al que asistirán unas 200 pymes de la región.
El informe es el resultado de las encuestas y entrevistas realizadas a un total de 382 empresas de todos los sectores, seleccionadas entre las 2.290 pymes instaladas en Cantabria que tienen unas plantillas de entre 10 y 250 trabajadores. Se trata, en palabras del rector, del "primer barómetro" de las pymes en la región y el objetivo es diagnosticar su situación y conocer sus problemas, para después poder diseñar y planificar medidas.
Entre los resultados del análisis se constata que el 82,2 por ciento de esas empresas sentía ya los efectos de la crisis cuando se realizó la encuesta (entre diciembre de 2008 y enero de 2009), pero además, un 78,3% asegura sentir esos efectos ya desde finales de 2007.
Aunque la muestra por sectores no es suficientemente representativa, sí que permite apuntar que los sectores que sienten en mayor medida la crisis son la construcción, la hostelería, y el comercio y reparación de automóviles, y en cambio los que menos la perciben son los servicios a empresas, la industria de transformación y el sector primario.
Los efectos han sido ya claros en la cifra de negocio, con ese descenso del 8,56 por ciento de las ventas el pasado año, y las perspectivas no son mejores. Pero pese a todo, y aunque se espera reducir un 13,79 por ciento el empleo, mayoritariamente la intención de las empresas es tratar de mantener los puestos de trabajo en la medida de lo posible.
PRINCIPALES PROBLEMAS
Al margen de la cifra de negocios, otros indicadores que dan cuenta de los efectos de la crisis son los relativos a la percepción de problemas como la obtención de recursos, la inversión en I+D+i, las políticas de formación, etcétera. Hasta ahora se entendían como aspectos naturales propios de la actividad empresarial, pero con la crisis pasan a verse como problemas para las pymes, según comentó el director de la Cátedra.
Antes de la crisis los principales problemas que señalaban las pequeñas y medianas empresas de la región eran los elevados costes salariales, la profesionalización y cualificación de los recursos humanos, la situación financiera y la turbulencia de la actividad. En cambio, ahora suben a los primeros puestos los problemas de mercado, la gestión de cobros y pagos, las turbulencias de la actividad, la situación financiera de la empresa y la dificultad de acceso a la financiación.
En una escala de 1 a 5, los empresarios encuestados puntúan con 3,14 puntos sus dificultades de acceso a la financiación y con 3,57 la gestión de cobros y pagos. Además, en estos momentos perciben un aumento de la competencia y señalan que la posición de los clientes y proveedores a la hora de negociar se "endurece".
Pese a todo, están a la expectativa de que las medidas puestas en marcha desde las administraciones públicas y otras instituciones surtan efectos positivos. En este sentido, de las medidas impulsadas las que más valoran son la reducción de la carga fiscal y el apoyo a la financiación, sobre todo a través del Instituto de Crédito Oficial. También perciben de forma positiva las ayudas directas de los gobiernos regionales y los avales para obtener recursos financieros.
POSICIÓN FRENTE A LA CRISIS
Respecto a sus propios medios y situación para salir de la crisis, reconocen que las políticas de introducción de nuevas tecnologías, inversión en I+D+i e internacionalización contribuyen a tener ahora una mejor posición.
De hecho las empresas que han apostado por esas líneas, siguiendo las políticas del Gobierno regional en los últimos años, son las que están ahora más preparadas para afrontar la crisis. No obstante, algunas de estas apuestas no están todavía generalizadas entre las pymes.
En este sentido, el consejero de Economía resaltó que la internacionalización, la posición tecnológica y la inversión en I+D+i son herramientas no sólo para ser competitivos, sino que además "ayudan a superar mejor la crisis". "Y cuando hablamos de cambiar el modelo económico hablamos de eso", de internacionalización, tecnología e I+D+i, señaló Agudo.
Sin embargo, lamentó que "todavía son pocas las empresas que de verdad" han introducido estas políticas y, por tanto, queda un recorrido por hacer para implicarlas mucho más, una apuesta que el Gobierno se propone mantener.
Otro de los aspectos que destacó el consejero del estudio son las barreras administrativas que señalan las empresas entre sus problemas, así que abogó por ser más ágiles; y se refirió también a otro problema ya "corregido", que era el de lo pagos de la administraciones, que se ha agilizado a través de la toma de razón y ha permitido pasar ya a las empresas unos 100 millones de euros.