SANTANDER, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, destacaron hoy las transformaciones positivas que se están produciendo en el Cabildo de Arriba, donde está muy avanzado el proyecto de urbanización.
Sin embargo, durante su visita al barrio, a la que también asistió el consejero de Obras Públicas, Ordenación del Territorio, Vivienda y Urbanismo, José María Mazón, la represente vecinal, Yolanda Fernández, explicó que los residentes consideran que este proyecto, aunque "positivo", es como "poner una alfombra de lujo para los problemas de bajo", además de que ha agudizado el problema del aparcamiento y continúa la inseguridad ciudadana.
El proyecto de urbanización, con una inversión cercana a los tres millones de euros y financiado al 50% por Gobierno, a través de la Consejería de Obras Públicas, y Ayuntamiento, ha comprendido la semipeatonalización de las calles interiores y la remodelación integral de la zona del Cabildo comprendida entre las calles Ruamayor, Ruamenor, Cuesta del Hospital, San Pedro, Limón, Santa María Egipciaca, Garmendia y Rampa Sotileza, además de tres tramos de las calles Alta, Emilio Pino y Monte Caloca.
Las obras se han centrado en la renovación total de la urbanización, incluyendo acercas, pavimentación de calles y alumbrado público, aunque todavía hay cuestiones pendientes de acometerse como el soterramiento del cableado eléctrico, de gas y telefónico.
Revilla mostró su "satisfacción" por estas obras y recordó su compromiso de que el Gobierno colaboraría "de manera estrecha" con el Ayuntamiento tras el "terrible" derrumbe de diciembre de 2007. "Dije que el Gobierno colaboraría para transformar este lugar, un punto negro absoluto dentro del centro de la ciudad, con actuaciones de rehabilitación y de mejora de este espacio y así lo estamos cumpliendo", destacó.
Además, Gobierno de Cantabria y Ministerio de Vivienda, con la participación del Ayuntamiento, han incrementado las ayudas del Área de Rehabilitación Integral (ARI), con un máximo de 6.000 euros por vivienda, y la comisión mixta del Cabildo ha propuesto un Área de Rehabilitación Urbana (ARU), mediante el cual, y con las aportaciones de las tres administraciones citadas, los vecinos podrían tener viviendas nuevas de protección oficial a un precio de entre 30.000 y 35.000 euros. Se trataría, indicó Revilla, de una inversión pública "muy importante" para que las viviendas sean "absolutamente asequibles".
El presidente subrayó que las actuaciones que se acometerán "van a transformar radicalmente esta zona, que va a pasar de ser inhóspita y de mala imagen, un punto negro de la ciudad, a perfectamente habitable, un barrio más de la ciudad, bien pavimentado, limpio, moderno y habitable". En este sentido, reiteró su satisfacción porque, a la vista del proyecto de urbanización, la zona "ya empieza a ofrecer una aspecto que dentro de poco será espléndido" y se convertirá en "una de las más bonitas de la ciudad".
En otro orden, Revilla negó que se vaya a "relegar" ningún proyecto en Santander de cara a los presupuestos de 2010. "Dentro de la restricción presupuestaria, vamos a seguir colaborando con los ayuntamientos, con el de Santander, que es la capital, y con los de toda la región", aseguró.
ACTUACIONES POR REALIZAR
Por su parte, el alcalde reconoció que aún quedan aspectos por mejorar en esta actuación "tan necesaria" para un barrio "tan emblemático", y destacó como "uno de los éxitos" de la misma la constitución de la comisión mixta, "singular" en la comunidad autónoma, que ha permitido la colaboración institucional "en un marco de trabajo continuo en el que los vecinos han estado presentes desde el principio".
Tras ofrecer algunos datos como que se han colocado 5.100 metros cuadrados de pavimento de granito, 2.300 m2 de adoquín y 700 de bordillo y señalar que se ha "transformado" la calle Limón, que ahora ofrece "muchas posibilidades", De la Serna indicó que el proceso de regeneración del barrio no sólo pasa por lo urbanístico, "donde todavía quedan actuaciones por realizar", sino por un proceso de transformación interno de consolidación de los solares para acometer nuevos procesos de edificación, donde está "prácticamente finalizado" el plan especial, avanzó.
En cuanto al ARU, explicó que los vecinos están valorando la posibilidad de acogerse a esta figura, que implicaría realojos temporales mientras duren las obras. En el mismo, recordó, colaborarían Gobierno y Ayuntamiento, "junto con los propietarios", y sería la primera vez en acometerse un plan de estas características en Santander.
Respecto al ARI, informó que ya se han rehabilitado 25 edificios (161 viviendas y 13 locales) con una aportación pública cercana al medio millón de euros.
Entre las actuaciones pendientes, De la Serna se refirió a la reubicación de árboles y del puesto de la ONCE "para abrir el barrio al centro de la ciudad"; intervenciones en el ámbito social; y al futuro Centro Integral de Juventud, que estará concluido a final de año y que implicará la introducción de un componente social asociado a los jóvenes "que contribuirá a que el barrio vaya cambiando la cara urbanística y social", afirmó.
Finalmente, agradeció la participación del Gobierno en el proyecto urbanístico, con quien se han hecho "las cosas de la mano" e insistió en que "hay muchas cuestiones por resolver". "Seguiremos trabajando de la mano de la asociación de vecinos, por la vía del diálogo y la participación".
OPINIÓN VECINAL
Mientras, la representante vecinal manifestó que aunque el proyecto de urbanización es "positivo", no lo es tanto la reacción de los residentes al eliminarse espacios de aparcamiento. No obstante, Fernández confió que, al finalizar las obras, se cumpla el "compromiso" de encontrar "soluciones alternativas", como el acondicionamiento de solares.
Además de refirió al "problema real" de la vivienda, y señaló que en la inseguridad ciudadana "no estamos siendo lo eficaces que debiéramos". En este sentido, dijo que los vecinos esperan que el proyecto de urbanización permita erradicar los "puntos muy pequeños de tráfico de drogas" que existen en el barrio. Al respecto, informó que han solicitado la instalación de cámaras "como medida de persuasión para atajar el problema".
Fernández entregó al presidente y al alcalde un documento en el que se recogen una serie de "problemas" no resueltos. "Hay detalles que hacen empobrecer una obra porque no están bien rematada y eso minusvalora el esfuerzo que se ha hecho", comentó.
La portavoz del Cabildo recordó que los vecinos "siempre han cuestionado si era el momento y la situación" de acometer el proyecto de urbanización "porque dicen que es poner una alfombra de lujo para los problemas de bajo". Al respecto, indicó que aunque en los problemas de vivienda "se están dando pasos importantes", el problema "fundamental" de los vecinos es la confianza en las administraciones. "Llevamos muchos años con suficientes razones para tener desconfianza y lo que debemos trabajar, sobre todo las administraciones, es en recuperar la confianza siendo transparentes y consecuentes".
En este sentido, reivindicó de las instituciones, especialmente del Ayuntamiento, "generosidad, humildad y autocrítica", y confió en el que en el acto inaugural de las obras "se dé la oportunidad a los vecinos de participar y hablar al pueblo".
En relación al ARU, informó que actualmente se está trasladando información "concreta" a los vecinos con el fin de "buscar el mayor consenso porque estamos hablando de un paso firme y conceptos que pueden echar para atrás a la gente". Al respecto, instó a que todos los implicados realicen "un esfuerzo de información y de garantías" porque, en su opinión, es "cuestión de confianza al vecino".