"He sido, soy y seré reivindicativo por y para esta ciudad, aunque a algunos no les guste", subraya en su despedida como alcalde
SANTANDER, 13 May. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Santander, el 'popular' Gonzalo Piñeiro, aseguró anoche que su "mejor momento" político en los 12 años que ha gobernado la ciudad "está por llegar". Según dijo, la "mayor alegría" de sus "doce años y un día" será el momento en el que Iñigo de la Serna, su sucesor en la candidatura a la Alcaldía, junto con todo su equipo logre en las próximas elecciones un "mejor resultado que el obtenido hace cuatro años" por el PP.
En su discurso ante las cerca de 900 personas congregadas en el Palacio de Exposiciones de Santander en su cena de despedida como alcalde, Piñeiro recalcó que "en política las personas van pasando, pero el partido permanece" y, en este caso, opinó que ha "llegado el momento de dar paso a las nuevas generaciones".
Pero insistió en que su marcha de la política municipal no es una "despedida" ni cierra "ninguna etapa" y recordó que aún le queda un año por delante como senador, en el que seguirá cumpliendo su labor "en defensa de los intereses de los ciudadanos de Cantabria", con la convicción de que los ciudadanos "son los que dan sentido" a la actividad política.
"La política es una noble actividad cuando la dedicación es limpia y leal, cuando respetamos a los ciudadanos sin sentirnos salvadores de nada ni de nadie, sino que, sabiéndonos administradores temporales, trabajamos por lograr lo mejor para nuestros vecinos", agregó.
Después de 12 años al frente de la Alcaldía de la ciudad, en este acto de despedida, emotivo en algunos momentos y en el que estuvo arropado por su familia y múltiples amigos, entre otros el ex ministro de Fomento Francisco Álvarez Cascos, Piñeiro destacó la transformación de Santander, que es hoy una "ciudad moderna, más amable" y que está "liderando con acierto el progreso" de la región.
Aseguró que es resultado de una gestión "seria, honesta y transparente" cuyo mérito atribuyó a los 22 concejales que le han acompañado en las responsabilidades de Gobierno en esas tres legislaturas. "Habéis sido el mejor equipo que ningún alcalde pueda tener. Por vuestro trabajo, dedicación y apoyo, muchísimas gracias", dijo Piñeiro dirigiéndose a ellos.
También tuvo palabras de reconocimiento para los trabajadores municipales, a muchos de los cuales fue citando por su nombre de pila. Además, aseguró que en los doce últimos años "no ha habido un solo día en el que no haya sentido la misma ilusión" que el primer día que asumió la Alcaldía en el año 1995 y señaló como "mayores culpables de esa ilusión" a los vecinos, a los que agradeció tanto su apoyo como sus críticas constructivas.
UN CAMINO "NO SIEMPRE FÁCIL"
En su repaso a las tres legislaturas de mandato, aludió también a las dificultades. Señaló que "el camino no siempre ha sido fácil". "A veces ha sido tortuoso, pero en nuestra mano ha estado el hacer nuestro propio camino, evitando esas piedras que en algunos casos quisieron poner, con muy malas artes, aquellos que no lograban nuestra derrota democráticamente", apostilló.
Según dijo, puede que "alguien" diga que ha habido "enfrentamientos entre instituciones", pero "no hay enfrentamiento por parte del Ayuntamiento, aunque alguien quiera o pretenda confundir ese enfrentamiento con la reivindicación", que más que reivindicación, es la "defensa del interés general y de todos los santanderinos". "He sido, soy y seré reivindicativo por y para esta ciudad, por y para los santanderinos, aunque a algunos no les guste", sentenció Piñeiro
UN PERRO BAUTIZADO 'MULE'
En su discurso, el alcalde santanderino logró contener la emoción, a pesar de sus dudas iniciales al respecto. Pero fue el aplauso cerrado de los asistentes en pie y el regalo que le realizaron después sus compañeros del equipo de Gobierno los que consiguieron emocionarle.
Los concejales, encabezados por el primer teniente de alcalde y portavoz del equipo de Gobierno, Eduardo Rubalcaba, le regalaron un perro, como símbolo de la "lealtad" que caracteriza al alcalde, y para que le acompañe a partir de ahora en los paseos que imaginan que dará por Puertochico y el Paseo Marítimo. En el mismo acto Piñeiro le puso ya nombre y quedó bautizado como 'Mule'.
También recibió un obsequio de manos del presidente del PP cántabro y candidato a la Presidencia regional, Ignacio Diego, en nombre de los 14.000 afiliados del PP y en reconocimiento a su labor y entrega. Para Diego, Gonzalo Piñeiro "ha sabido hacer política", la "política de verdad, desde las emociones y los sentimientos", y es ya "parte del paisaje de Santander".
Aunque no le fueron entregados en el acto central de la cena, durante los últimos días la Asociación Amigos de Gonzalo, organizadora de la despedida, ha recibido múltiples regalos para el alcalde. También le han llegado numerosas cartas y telegramas de amigos que no se pudieron sumar a la cena.
MENSAJES DE AMIGOS
En el acto se leyeron cartas del presidente del PP, Mariano Rajoy; del secretario general, Ángel Acebes; del portavoz en el Congreso, Eduardo Zaplana; del ex presidente del Gobierno José María Aznar; del presidente del PP andaluz, Javier Arenas, o del arzobispo de Oviedo y administrador apostólico de la Diócesis de Santander, Carlos Osoro, entre otros.
En esos mensajes se elogiaba la figura de Piñeiro y la labor desarrollada al frente del Ayuntamiento de Santander. Ángel Acebes subrayaba la "lealtad y principios" del alcalde; mientras Rajoy destacaba el desarrollo de la capital cántabra, que se ha convertido en "ciudad de referencia dentro y fuera de España".
De su lado, José María Aznar aseguraba que el PP tomó la decisión "acertada" cuando propuso a Piñeiro como candidato a la Alcaldía y opinaba además que "seguirá acertando" al encomendar ahora esa tarea a Iñigo de la Serna. Al mismo tiempo, aprovechaba para recordar a los ciudadanos que el 27 de mayo el PP se "juega" mucho: "Es el primer paso para conseguir que Mariano Rajoy llegue el Gobierno y devuelva a España" al camino de "serenidad, concordia y progreso" que necesita.
CERCA DE 900 ASISTENTES
A los que se sumaron a la despedida mediante cartas y telegramas, se añaden las cerca de 900 personas que acompañaron físicamente al alcalde en el Palacio de Exposiciones de Santander. Entre ellos, se encontraban su esposa, Ana Gurtubay, y sus hijos Gonzalo y Fátima, a los que dedicó las últimas palabras de su intervención. También recordó a sus padres y a sus hermanos.
A la cena acudieron también el ex ministro Francisco Álvarez Cascos, junto con su mujer María Porto; el ex presidente cántabro José Joaquín Martínez Sieso, el ex alcalde de Santander Manuel Huerta, los candidatos del PP a la presidencia regional y la Alcaldía de Santander, Ignacio Diego e Iñigo de la Serna, diputados regionales y nacionales, senadores, concejales y representantes de diversos sectores de la sociedad cántabra.
