Sucesos.- El presunto homicida de su inquilina la estranguló después de golpearla con un martillo en la cabeza

Actualizado: martes, 10 julio 2007 16:28

El juez decreta prisión provisional sin fianza

SANTANDER, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -

El hombre detenido el pasado sábado en Santander por el presunto homicidio de su inquilina reconoció en su declaración ante el juez haber estrangulado a la mujer después de golpearla con un martillo en la cabeza, por lo que el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de la ciudad acordó la prisión provisional comunicada sin fianza, en un auto dictado el pasado domingo, un día después de la detención.

Según se explica en dicho auto, el detenido, Ramón G.A., de 38 años, sobre las 7.45 horas del lunes 2 de julio agarró a la mujer con las dos manos por el cuello y forcejeó con ella. Cogió a continuación un martillo con el que la golpeó en la parte superior de la cabeza y siguió después apretándola del cuello hasta que dejó de moverse.

Entonces, envolvió el cuerpo en una manta y lo arrastró hasta la habitación que tenía alquilada a la víctima, donde la dejó en un rincón, bajo una bolsa de basura con ropa.

Después, el presunto homicida se quitó el pijama que llevaba en el momento del crimen y lo guardó junto al martillo en una bolsa de supermercado que tiró a un contenedor de basura. También se ocupó de limpiar la sangre con una fregona y se marchó de casa.

Cinco días después de los hechos, el sábado 7 de julio, el hombre comunicó a la Policía el hallazgo del cuerpo, pero no fue hasta su detención y el precinto de la vivienda, cuando confesó lo sucedido.

En opinión del Juzgado, tanto la ocultación inicial del suceso, como la posterior evasión de la autoría, unido a que la pena de prisión para este tipo de crímenes oscila entre 10 y 15 años, aconsejan el decreto de prisión provisional sin fianza.

A su juicio, en el caso se dan "todos los requisitos" para acordar la medida, solicitada por la Fiscalía y rechazada en cambio por la defensa del detenido. El auto insiste además en que "se desprenden indicios racionales de la posible comisión de un delito de homicidio".

La mujer fallecida, de 35 años de edad, era toxicómana. Vivía de alquiler en una de las habitaciones de la vivienda del presunto homicida, pero entre ellos no existía relación sentimental alguna.