SANTANDER, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
En la próxima década se espera en Cantabria un descenso en la tasa de mortalidad, porque habrá menos población en la franja de edad en la que se concentran la mayor parte de los fallecimientos; y otro tanto pasará con la natalidad, que volverá a caer, rompiendo así el repunte de los últimos años asociado fundamentalmente al 'baby boom' de los 70.
Éstas son al menos las perspectivas que realiza el Instituto Cántabro de Estadística (Icane) tras el análisis de los datos definitivos del Movimiento Natural de la Población en el año 2007, presentados hoy en rueda de prensa por el consejero de Economía y Hacienda, Ángel Agudo, y por el director del Icane, Juan Manuel Rodríguez Poo.
Las cifras de 2007 constatan un crecimiento vegetativo en la región negativo (del -0,04 por ciento), pero supone, no obstante, un comportamiento "bastante más positivo" que el de comunidades autónomas del entorno como Galicia, Asturias o País Vasco.
La región está "mejor que hace diez años" y "cerca" de tasas de crecimiento vegetativo positivo, un factor importante desde el punto de vista económico porque, según Agudo, el crecimiento vegetativo es un "factor condicionante" del crecimiento económico y, por tanto, los saldos positivos son "garantía de futuro".
Para los próximos años, el director del Icane cree que el crecimiento vegetativo cántabro se puede situar en torno al 0 por ciento, o incluso registrar algún dato positivo.
Las perspectivas del Instituto Cántabro de Estadística apuntan, por ejemplo, a un descenso de la tasa bruta de mortalidad (el número de fallecimientos por cada mil habitantes). Y es que, en la próxima década habrá menos ciudadanos que cumplirán los 70 años de los que hubo en décadas anteriores, un descenso poblacional que se explica por los efectos de la Guerra Civil y la posguerra en la evolución demográfica de aquella época.
Por su parte, la natalidad se espera que baje, porque los nacidos en el 'baby-boom' de los 70 ya van superando la edad de tener descendencia. No obstante, el descenso de la natalidad se puede ver reducido o condicionado por varios factores, entre otros, el progresivo aumento de la edad media de las madres, lo cual podría prolongar los efectos del 'baby-boom'.
Además, si la situación económica mejora podría empujar a decidirse a tener el segundo o tercer hijo a otras madres, y también podría influir en la natalidad la evolución de la inmigración, que al haberse notado en Cantabria más tarde que en otras regiones, todavía puede dejarse sentir en la natalidad de los próximos años.
SALDO NEGATIVO EN 2007
En cualquier caso, hoy por hoy lo que se conocen son las cifras definitivas de 2007, un año en el que se registraron 5.615 muertes en la región, frente a 5.379 nacimientos. Esto deja un saldo negativo de 236 personas, del -0,04%, consolidando así la tendencia de los últimos años en la que se ha moderado la pérdida de población.
La mortalidad alcanzó una tasa de 9,9 fallecimientos por cada mil habitantes, por encima de la media nacional (8,59), pero se explica en gran medida por el envejecimiento de la población cántabra. De hecho, los varones cántabros que fallecieron en 2007 tenían una media de 73,9 años, frente a los 73,2 años de media en España. Y en el caso de las mujeres la media cántabra fue de 81,8 años, y en España de 80,5.
En cuanto a las causas, las enfermedades del sistema circulatorio son las más frecuentes, ya que provocaron 1.748 muertes; seguidas de los tumores (1.549), y las enfermedades del sistema respiratorio (699).
La natalidad, por su parte, registró en 2007 una tasa de 9,49 nacimientos por mil habitantes. La edad media de las madres fue de 31,3 años, y de 30,1 en el caso de las primerizas, constatando en ambos casos un paulatino ascenso de la edad de la maternidad desde el inicio de la década.
También ha aumentado en estos años el porcentaje de nacimientos de madre o padres extranjeros. En el año 2000 el 3 por ciento de los niños eran hijos de madre extranjera, una cifra que alcanzó en 2007 el 11 por ciento. En el caso de niños con ambos padres extranjeros, se ha pasado del 1,3 por ciento de los nacimientos en 2001, al 6,1 por ciento en 2007.
LA COSTA GANA POBLACIÓN Y LA PIERDE EL INTERIOR
En lo que respecta a la evolución de la población según las áreas de la región, la encuesta del Icane revela un mayor dinamismo demográfico en la zona costera, que registra un crecimiento vegetativo positivo, en contraste con la pérdida de población en los valles del interior.
Así, en la zona costera el crecimiento vegetativo fue del 0,03 por ciento, con más nacimientos y menos defunciones, fruto del menor envejecimiento de su población. En el interior, en cambio, el crecimiento vegetativo fue negativo, del -0,48 por ciento, y además más acusado que la media regional (-0,04%).
No obstante, también hay algunas excepciones. Por ejemplo, en el interior destaca el crecimiento vegetativo del Valle del Saja, del 0,06 por ciento. En la costa, en cambio, la zona occidental y la ciudad de Santander rompen la tendencia positiva, con crecimientos vegetativos negativos del -0,41 y -0,27 por ciento, respectivamente.
En el caso de Santander, ese saldo negativo es más notable si se compara con la evolución de su área metropolitana, que engloba los municipios de Astillero, Camargo, Marina de Cudeyo, Ribamontán al Mar y Santa Cruz de Bezana, en los que se alcanzó un saldo positivo del 0,44 por ciento. "Santander expulsa jóvenes, y lo que queda es población más envejecida. Y esto hace que su crecimiento vegetativo sea negativo", resumió el consejero.
MÁS AGILIDAD EN LOS DATOS EN EL FUTURO
Los datos definitivos de 2007 se conocen ahora, casi terminado el 2009, por la complejidad del proceso de recopilación de datos, según comentó el director del Icane.
No obstante, confió en que a partir del próximo año se informatice ya toda la transmisión de la información, lo cual permitirá ganar en agilidad y también en confidencialidad, ya que no habrá que trasladar de unas dependencias a otras los registros en versión impresa.