Tribunales.- El acusado de matar a su padre no estaba bajo los efectos simultáneos de drogas y alcohol, según los peritos

Actualizado: miércoles, 24 septiembre 2008 16:27

Los forenses dicen que las lesiones del padre eran propias de una agresión lateral

SANTANDER, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -

Las pruebas periciales practicadas al acusado de matar a su padre de una puñalada en una plaza de Santoña concluyen que si bien el procesado podía haber consumido drogas y alcohol el día de los hechos --7 de mayo de 2007-- no se encontraba sin embargo bajo los efectos "simultáneos" de ambas sustancias. "Pudo tomar una, desparecer el efecto y tomar la otra", afirmaron hoy las peritos del Instituto de Medicina Legal de Cantabria ante el juez.

Según dijeron, es "posible" que Jesús Ángel L.A., de 29 años, ingiriera alcohol y drogas ese día en un margen, por ejemplo, de doce horas. Pero en ningún caso, insistieron, "estuvo bajo el efecto simultáneo de las dos".

En su declaración, explicaron que a raíz de los análisis de orina practicados al presunto parricida al día siguiente de los hechos se puede asegurar que en los "tres o cuatro" días anteriores al apuñalamiento no estuvo bajo el efecto simultáneo porque cuando eso sucede, se forma una sustancia en el organismo que no apareció en la analítica. En este sentido, reconocieron que si bien pudo consumir alcohol, "ya no estaba bajo el efecto de la cocaína". "Estaría eliminándola", agregaron.

Durante su intervención en el juicio, --que se inició el pasado lunes en la Sección Primera de la Audiencia Provincial con el interrogatorio del acusado y prosiguió el martes con la declaración de los testigos--, las peritos también precisaron que no aparecían restos de alcohol en la orina pero sí de cocaína que podía haber consumido entre tres y cuatro días antes. "Es imposible saber cuánto consumió y cuándo lo consumió", señalaron, al tiempo que indicaron que el nivel de consumo que reflejaban los análisis "no es bajo".

Respecto a las capacidades cognitivas y volitivas de Jesús Ángel L.A., destacaron que éstas no estaban "alteradas" cuando realizaron el informe, en febrero de 2008. Sentenciaron así que no se apreciaba patología psiquiátrica ni mental ni ningún tipo de déficit cognitivo, sino que "recordaba" todo.

Sin embargo, pruebas realizadas por especialistas en psiquiatría a petición de la defensa, precisaron que Jesús Ángel L.A. podría tener "mermada" su capacidad volitiva en el momento de los hechos, según se desprende de su propio relato aunque "recordaba perfectamente" lo ocurrido. "Existía conciencia y memoria del acto", apostillaron.

Estos especialistas indicaron además que el consumo continuado de drogas durante varios años, --como sostiene el acusado--, "no necesariamente" tiene por qué afectar de manera "grave" a las capacidades volitivas y cognitivas.

"LESIONES MUY LATERALIZADAS"

Respecto al apuñalamiento, los médicos forenses encargados de realizar la autopsia al padre del acusado indicaron que las lesiones estaban "muy lateralizadas", más propias, por tanto, de una agresión lateral.

Asimismo, reconocieron que las heridas se "podrían" haber hecho también "de frente" pero "de forma casual" o en el supuesto de que el agresor fuera "zurdo". Aún así, estimaron que, en el caso de que víctima y agresor estuvieran uno frente al otro, no sería "la posición normal de coger el cuchillo" incluso con la mano izquierda.

En cualquier caso, el herido llegó al Hospital de Laredo "en condiciones francamente malas" y "con más de tres litros de sangre en la barriga", según recordó el médico de Urgencias que estaba de guardia en este centro sanitario, quien coincidió con los forenses en que el cuchillo estaba clavado en el abdomen "en oblicuo" y "hacia atrás". También dijo que la profundidad de la herida era "bastante importante".

"No se pudo hacer absolutamente nada" para salvarle, afirmó. En este sentido, recordó que murió por "shock hemorrágico producido por arma blanca".

PENAS

A la vista de todo ello, tanto el Ministerio Fiscal como la defensa elevaron hoy sus conclusiones a definitivas y modificaron la responsabilidad civil, ya que el hermano del presunto agresor, ha renunciado a percibir una indemnización por los hechos.

La Fiscalía sostiene que se trata de un asesinato con alevosía ya que el hijo atacó al padre "por sorpresa" y sin que éste pudiera defenderse o evitar la agresión. A ello suma la agravante de parentesco y la atenuante de confesión, por lo que la acusación pública solicita una pena de 17 años de cárcel y que se indemnice con 100.000 euros a la pareja sentimental del fallecido (excluye, por tanto, los 17.000 euros que pidió en principio para el otro hijo de la víctima).

La acusación particular, que ejerce la que era pareja sentimental del fallecido, reitera la pena de 19 años de prisión e indemnización de 60.000 euros para ella. Según el letrado, la voluntad de Jesús Ángel L.A. era "matar a su padre".

Por su parte, la defensa ha incluido tras el juicio sendas modificaciones en su escrito. Así, matizó que el acusado "tenía" --y no "tiene"-- afectadas sus facultades mentales, y añadió que "a consecuencia del consumo combinado de cocaína y alcohol, el acusado tenía el día de los hechos gravemente afectadas sus facultades volitivas".

Por lo demás, el abogado defensor mantiene que se trata de un delito de homicidio con las atenuantes por enajenación mental, intoxicación por drogas y alcohol y confesión, por lo que pide una pena de cárcel de cinco años.

Insistió, de esta manera, que si bien el acusado cometió la agresión, "no estaba en plenas facultades" ni "controló" su voluntad, debido a que estuvo "todo el día" afectado por el consumo de "grandes cantidades" de alcohol y drogas, que llevaba el cuchillo encima por "trastorno psiquiátrico" y que no buscó "de propósito" la indefensión del agredido.