Tribunales.- Dos años de prisión para una mujer que agredió y encerró a su ex pareja en una carbonera

Actualizado: viernes, 12 septiembre 2008 17:48

SANTANDER, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a dos años de prisión por un delito de detención ilegal a L.T.G., que agredió, maniató y amordazó a su compañero, a quien además encerró en una carbonera que se encontraba en su vivienda.

Los hechos sucedieron en agosto de 2001, cuando el ex compañero de la acusada se desplazó desde su lugar de residencia, La Coruña, a Comillas, donde vivía ella junto a los tres hijos de ambos con la intención de verlos y llevarlos unos días con él a Galicia.

La acusada trabajaba en un restaurante en Comillas, desde donde vio llegar el coche de su ex compañero. Entonces, cogió su moto y le siguió, guiándole en el camino para llegar a su casa. Una vez allí, le dijo que dejara el coche en el garaje y que sus hijos estaban comiendo.

Ambos procedieron a entrar en la vivienda, pero, en cuanto traspasaron su umbral, la mujer, que se encontraba detrás, cogió una silla y le dio un golpe a la espalda, que provocó que la víctima cayera al suelo, donde continuó agrediéndole.

Posteriormente, utilizando cinta adhesiva ancha y cuerdas, le ató las muñecas. Amarró todo el el cuerpo con la cinta y la cuerda y también le amordazó la boca con la cinta, momento en que a su ex compañero se le cayó la cartera al suelo, de la que la acusada cogió unos 30 euros.

El hombre, completamente inmovilizado pero consciente, fue trasladado por su ex compañera a una especie de carbonera de pequeñas dimensiones, sin ventilación, ubicada bajo el hueco de la escalera.

Sin embargo, no cerró la puerta con llave, sino que se limitó a hacer un nudo con una bufanda de uno de sus hijos. Después, abandonó la casa, aunque no cerró la puerta de la vivienda.

La acusada se desplazo, andando, hasta el restaurante en el que trabajaba, donde relató a su jefe lo que había sucedido, por lo que ambos decidieron regresar al domicilio para liberar a la víctima.

Mientras tanto, Francisco logró zafarse de las ataduras él mismo y, dando una patada a la puerta de la carbonera, la abrió. Salió al exterior y acudió a la casa de unos vecinos, desde donde avisó a la Guardia Civil.

A los pocos minutos de acudir los agentes, llegaron también la condenada y su jefe. La mujer le devolvió el dinero que le había sustraído.

Como consecuencia de estos hechos, el ex compañero sufrió contusiones y erosiones, en muñecas, cabeza y espalda, precisando una primera asistencia facultativa en el Centro de Comillas, y quedándole como secuela una cicatriz de 2 cm en el tercio distal de la pierna derecha.

La sentencia también condena a L.T.T. a indemnizar a la víctima de la detención ilegal con 1.000 euros, pero, en cambio, la absuelvo de otros cargos que se la imputaban, como un delito de daños y sendas faltas de lesiones y de hurto. Igualmente, se absuelve a su jefe del delito de detención ilegal y daños, así como de la falta de lesiones y de hurto de las que había sido acusado.

La relación entre la mujer y su ex compañero se caracterizaba por frecuentes desavenencias y disputas relacionadas con la guardia y custodia de los hijos, que le correspondía a la acusada, quien, ante la actitud de su ex pareja, tuvo que cambiar de domicilio y localidad en varias ocasiones.

DENUNCIANTE "FABULADOR Y VERBORREICO"

La sentencia señala el "tono fabulador y verborreico" del denunciante, del que destacan su "clara fijación obsesiva y animadversión insultante" respecto a todos los implicados en los hechos, incluyendo a la Guardia Civil.

Así, a su ex compañera la había achacado intentos de aborto y de malos tratos hacia uno de los hijos, que fue desmentida por un informe de Servicios Sociales que elogiaba la "actuación responsable" de la mujer, "a pesar de la precaria situación económica en la que la madre se encontraba" por el impago de la pensión alimenticia y también pese a la "continua y persistente actitud de acoso y litigiosidad" del padre de los hijos, a quien no se considera capacitado para cuidar de los niños.

Las acusaciones del ex compañero se extienden al asesinato, o al incesto entre otro hijo que la mujer tenía de una relación y una de sus hermanastras, entre otras acusaciones del denunciante que la Audiencia rechaza.

De esta forma, la Sala otorga más credibilidad a la denunciada, que admitió los hechos, que al denunciante.