Tribunales.-Una testigo observó al acusado de matar a su padre darle "un golpe en el estómago" y después vio el cuchillo

Actualizado: martes, 23 septiembre 2008 16:16

Algunos testigos afirman que el procesado estaba "perfectamente" y otros que "estaba muy mal" y que había discutido con su padre

SANTANDER, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -

Una de las testigos citadas en el juicio contra el hombre acusado de matar a su padre de una puñalada en una plaza de Santoña aseguró hoy haber visto cómo el procesado golpeaba a su padre en el estómago, aunque explicó el cuchillo no lo vio hasta que se acercó al herido. Según dijo, vio "como si" el acusado "le hubiese dado un golpe en el estómago" a su padre y, a continuación, ambos "se quedaron quietos".

"Pensé que había sido un puñetazo", declaró ante el juez esta mujer, que presenció los hechos desde una terraza de la plaza San Antonio, donde ocurrieron los hechos. Además, relató que antes de producirse el apuñalamiento, padre e hijo caminaban "tranquilos, uno al lado del otro" y que esa misma tarde les había visto en idéntica actitud.

El testimonio de esta mujer, que si bien conocía a agredido y agresor de vista "no sabía hasta ese día nada de su parentesco", fue corroborado hoy en el juicio por otras testigos que también presenciaron los hechos.

Así, todas coincidieron en señalar que previamente, padre e hijo habían pasado por la plaza "tranquilamente, normal". Incluso una de ellas comentó al verles: "¡mira qué bien que ya se habla con su padre!" puesto que, según dijo, "comentaban en el pueblo que no andaban muy bien".

Tras producirse lo que les pareció "un puñetazo" se acercaron hasta el padre que se "tambaleaba", "andaba encogido" y "se iba a caer". Fue entonces cuando comprobaron que tenía un cuchillo clavado en el abdomen "hasta adentro". "Sólo tenía el mango fuera", apostillaron.

Respecto al hijo, indicaron que "echó a correr" y que, luego, "se paró a mirar" pero no le vieron "tambalearse en ningún momento ni nada". "Andaba deprisa y miraba para atrás", agregaron.

A sus testimonios se suma el de otro testigo, un joven que se encontraba en la plaza San Antonio y que si bien hoy afirmó que "no vio" nada, en su declaración ante la Guardia Civil y el Juzgado reconoció haber visto como el hijo le clavaba el cuchillo al padre, según recordó la fiscal.

CONSUMO DE ALCOHOL

Por otro lado, las aseveraciones de las testigos presenciales acerca de que Jesús Ángel L.A. estaba "perfectamente" el día de los hechos contrastan con la versión ofrecida por otras personas que estuvieron con el acusado a lo largo de la jornada y que relataron que "estaba muy mal", ya que había empezado a beber "a las nueve o diez de la mañana". Incluso el encargado de un bar declaró que a primera hora ya había tomado "seis orujos" y "algunas cervezas" en compañía de un amigo.

La camarera de uno de los bares en los que estuvieron padre e hijo tomando algo manifestó que Jesús Ángel L.A. fue "muy cortante" con ella, a diferencia de otras ocasiones, y que al verle "la cara" tuvo la impresión de que "había tomado drogas" porque parecía "otra persona". "Se tambaleaba, estaba bebido, no era él", opinó. Incluso comentó que les había visto "discutir" por la tarde.

Asimismo, un amigo del acusado relató que había estado por la mañana tomando algo con ambos, padre e hijo, y que mantuvieron una conversación "normal", sin discutir, salvo por "cosas de trabajo".

El agente de la Guardia Civil que tomó declaración al presunto agresor después de cometerse los hechos afirmó que "hablaba poco" pero "bien" y que le pareció que estaba en "bastante buen estado".

RELACIÓN "INTERMITENTE"

Respecto a las relaciones que mantenían padre e hijo, la pareja sentimental de la víctima en el momento de los hechos aseguró que "se veían poco" y que su relación era "intermitente" ya que "pasaban temporadas sin hablarse". "Tenían muchos problemas", sentenció.

Por su parte, la ex novia de Jesús Ángel L.A. afirmó que se "llevaban bien" aunque "a veces discutían". La joven también indicó que al acusado, cuando consumía alcohol y drogas, "no era el mismo" si no que "le cambiaba la personalidad" y, además, "le gustaba llevar un cuchillo" porque "decía que le seguía la gente".

En este sentido, y una vez le mostraron el arma homicida, reconoció el cuchillo y dijo que "lo había comprado Jesús" unos días antes y que "lo usaba para cocinar".

El juicio con jurado proseguirá mañana, miércoles 24, con las pruebas periciales. La Fiscalía sostiene que el acusado es autor de un delito de asesinato con alevosía, con la agravante de parentesco y la atenuante de confesión, por lo que solicita la pena de 17 años de prisión. Además, pide que indemnice con 100.000 euros a la pareja sentimental del fallecido y con 17.000 euros al otro hijo de la víctima.

Por su parte, la acusación particular, que ejerce la compañera sentimental del fallecido, solicita 19 años de prisión y una indemnización de 60.00 euros para ella.

A su vez, la defensa pide una pena de prisión de cinco años y accesorias al considerar al acusado autor de un delito de homicidio con las atenuantes de enajenación mental, intoxicación por drogas y alcohol y confesión.