SANTANDER 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
La secretaria general del PSC-PSOE y vicepresidenta en funciones del Gobierno regional, Lola Gorostiaga, defendió hoy la "necesidad" de alcanzar "un pacto ético sobre el Urbanismo", que "no afectaría sólo a alcaldes y a los constructores", sino también a "los propietarios de suelo, sindicatos, medios de comunicación", es decir, a todos los actores que "en demasiadas ocasiones" muestran "una forma de entender la práctica política que la ensucia y desde luego la aleja de cualquier conducta ética".
En la clausura del encuentro 'La ética del poder político: la experiencia de Cantabria', Gorostiaga recalcó que no tiene nada "en contra del fenómeno de la construcción en España y en Cantabria", pero si respecto a que "se aproveche una actividad económica tan noble como cualquier otra, para especular, comprar voluntades políticas o para cambiar la voluntad de los ciudadanos mediante la presión que se puede ejercer desde el poder económico".
En presencia del rector de la UIMP, Salvador Ordóñez, y del director del curso, Ramiro Bedia, realizó una definición de lo que para ella es la "ética del poder político" y aseguró que, aunque las prácticas que contravienen los principios éticos son "minoritarias por fortuna" hacen "mucho daño" a quienes ejercen "la noble tarea de la política".
Desde su punto de vista, la ética del poder político se basa en la defensa de la democracia como primer factor, la preservación de los recursos naturales y el impulso de las políticas de desarrollo sostenible y "el sistema fiscal y la progresividad en el pago de los impuestos establecidos en la Constitución Española".
Además, Gorostiaga hizo referencia a "la ética de lo social", es decir, al "compromiso ético de todas las instituciones y organismos de impulsar la lucha por la igualdad efectiva entre sexos, el respeto a las diferentes opciones sexuales, la plena integración de las diferencias éticas o culturales, así como políticas que respetan, integran y protegen a las personas dependientes".
El quinto factor de ética política, explicó, es la cooperación al desarrollo, entendida "no sólo como un compromiso solidario individual", sino como "una obligación ética de los poderes públicos" con "los ciudadanos y los países que padecen hambre, miseria y enfermedad de forma brutal".