SANTANDER, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
El cineasta cántabro Nacho Vigalondo, que fue nominado al Oscar con su cortometraje '7.35 AM', cree que "es muy complicado generar confianza" en el cine en general y, particularmente, en los proyectos de cortos, porque "es asquerosamente caro". Por ello, destaca que para los jóvenes creadores "una ayuda extra" (por parte de instituciones culturales) "nunca viene mal" y aboga por que el cine "no se trate como un capricho desbarrado".
Vigalondo formuló estas reflexiones en un vídeo expresamente grabado para el curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) sobre 'La atracción y desarrollo de la clase creativa. Una propuesta regional', que codirigen el consejero de Industria cántabro, Miguel Ángel Pesquera, y el director de 'Eurotalent', Juan Carlos Cubeiro.
En esta grabación, proyectada durante una de las sesiones de trabajo del curso, Vigalondo lamentó que a menudo "cuando dices que quieres hacer cine, lo que te dicen tus padres y tu familia es que lo tengas como hobby" cuando, en su opinión, "es casi todo lo contrario" y "el cine provoca que lo demás en tu vida se convierta en un hobby".
Para Vigalondo esta disciplina "es casi una obsesión", y recalcó que si la "vocación" de una persona está en el cine "y los genes te piden eso no hay escapatoria posible". En su caso, aseguró no recordar "ningún momento especial de transición" que le empujara a ser director, aunque sí aludió a las primeras experiencias "con una cámara de vídeo que teníamos en el Instituto para una actividad extraescolar".
"Recuerdo que esa cámara nos parecía una herramienta increíble para hacer el imbécil, pero de una forma distinta", señaló el director, quien añadió que "con el tiempo, revisas todo eso que has hecho desde una perspectiva distinta y te das cuenta que la decisión de hacer cine ya la has tomado".
Vigalondo, que actualmente trabaja en su primer largometraje, 'Cronocrímenes', también se refirió a su época universitaria (estudió Comunicación Audiovisual en la Universidad del País Vasco), donde aprendió, sobre todo, "qué es lo que te interesa y quieres contar y qué no".
Comentó que "quizás si lo hubiese meditado hubiera pensado otras vías más rápidas para hacer cine", aunque resaltó que "si volviera atrás repetiría la experiencia" ya que "fue muy interesante" y "sin haber pasado por ahí no estaría aquí".
