El acusado de querer matar a su ex pareja y a su acompañante en Ciudad Real en 2008 niega los hechos

Actualizado: martes, 17 marzo 2009 19:22

CIUDAD REAL, 17 Mar. (EUROPA PRET) -

Un hombre de Ciudad Real, A.P.P., acusado de dos homicidios en grado de tentativa y malos tratos en la persona de su ex pareja y un acompañante de éste, negó hoy que quisiera matarles y dijo que su relación con ella sólo había sido sexual y no sentimental.

La Audiencia Provincial de Ciudad Real comenzó hoy a juzgar unos hechos que tuvieron lugar en la madrugada del 30 de enero de 2008 en un bar de copas de la capital de la provincia y por los que el fiscal pide 18 años y nueve meses de prisión.

En su declaración, el hombre negó que tuviera ninguna relación sentimental con la mujer, M.A.D.T., y señaló que fue una broma que le quiso gastar el hecho de, al llegar al bar donde ella estaba acompañada de un hombre, A.A.V., y otra mujer, R.S.S., le diera una patada en el gemelo de la pierna izquierda y la tirara del pelo.

Asimismo negó que a continuación fuera a la casa de ella a recoger una navaja de 24 centímetros de hoja, tal como señala el fiscal en su escrito de acusaciones, y aseguró que la navaja que se encontró era una que siempre llevaba para protegerse cuando iba a comprar droga en barrios marginales de Puertollano.

Por último, también rechazó que, tras formarse un altercado en el bar, y esperar a que el resto del grupo saliera del bar, amenazara por segunda vez de muerte a M.A.D.T. y a A.A.V., antes de tirar el arma blanca debajo de un coche.

Por su lado, tanto la mujer como sus amigos confirmaron que habían sido pareja sentimental durante unos dos años y que la maltrataba de manera normal, siendo la última paliza, 15 días antes, lo que provocó la ruptura.

La mujer reconoció que, en una ocasión, había presentado una denuncia contra el procesado, aunque la había retirado porque no quería que el hombre fuera a la cárcel.

Todos ellos, por otro lado, coincidieron en que, tanto en el altercado del bar como en ya en la calle, A.P.P. tenía intención de matarles y que, en ambas ocasiones, fue decisiva la intervención del T.A.L., un amigo que le acompañaba, para evitarlo.