TOLEDO, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Colegio Oficial de Médicos de Toledo, que preside el doctor Luis Rodríguez Padial, mostró hoy su solidaridad y apoyo ante la agresión sufrida por una enfermera en el Hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera, por parte de dos familiares de un enfermo, cuando ejerciendo sus obligaciones profesionales, les invitó a salir de la habitación, ya que las normas sólo les permitía un visitante, siendo acorralada en un cuarto a patadas y puñetazos, por lo cual ha presentado la correspondiente denuncia, encontrándose dicha enfermera de baja laboral a consecuencia de estos hechos.
En un comunicado, el Colegio recuerda con este suceso "el permanente problema que sufren tanto los doctores como el resto del personal sanitario respecto a las agresiones, tanto físicas como verbales, que reciben, cada vez más frecuentes, y la necesidad de articular medidas y emprender campañas de concienciación para atajar y disminuir estos hechos lamentables que dañan de forma muy significativa la calidad nuestro sistema sanitario y las condiciones idóneas en las que se debe prestar este servicio de salud a los usuarios".
El Colegio de Médicos, en este sentido, reconoce el esfuerzo de prevención desarrollado por la Administración competente, y le muestra todo su apoyo en las medidas emprendidas al respecto, además de hacer un llamamiento a los usuarios para que sean conscientes que el personal sanitario que les atiende está cumpliendo su obligación, y que cualquier hostilidad hacia los mismos, sea del carácter que sea, no sólo puede redundar en efectos negativos en el servicio que prestan, sino incluso incurrir en un delito de atentado.
El Colegio recuerda que a su servicio jurídico le está encomendado personarse como acusación particular en todos los casos de agresión a facultativos, siempre previa solicitud de las víctimas de tales sucesos. El Colegio ha venido desarrollando amplias campañas de información entre el colectivo que representa para difundir los diferentes aspectos de esta grave problemática, originada en muchos casos por la disociación existente entre las expectativas de los usuarios de los servicios sanitarios y la oferta real que el sistema puede ofrecerles en un momento dado.
