GUADALAJARA, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Medio Ambiente y Desarrollo Rural, José Luis Martínez Guijarro, aseguró hoy que la situación de los pantanos de la cabecera del Tajo es más que preocupante "porque ya no hay agua que trasvasar" y señaló que "si alguien piensa en trasvases para riego en las actuales condiciones estará poniendo en riego el abastecimiento futuro para consumo".
"Acabo de pasar por el pantano de Entrepeñas y, no sólo da pena lo que se puede ver, sino que he percibido malos olores producidos por la escasez de agua", señaló el consejero. A su juicio, está claro que desde Levante van a seguir demandando más trasvases "porque no se conforman aunque tengan el Atlántico o el Pacífico".
No obstante, consideró que ya va siendo hora de poner fin a esas derivaciones de agua y "es el momento de hacerles comprender que para calmar su sed tiene muy cerca el agua del mar que puede ser desalada con menos problemas que los que la escasez de agua provoca en muchos pueblos de Castilla-La Mancha".
José Luis Martínez Guijarro hizo estas declaraciones en una rueda de prensa convocada para dar a conocer el Plan Estratégico que se está elaborando desde la Junta de Comunidades para impulsar el desarrollo económico y cultural de las comarcas más desfavorecidas de la región.
Concretamente, el consejero se reunió con representantes del Grupo de Desarrollo Rural de Molina de Aragón para informales de que esa comarca es considerada "zona rural a revitalizar" y para pedirles que logren la unión de todas las asociaciones y organizaciones que operan en la zona "para que todos juntos logren más fuerza ala hora de poner en marcha los proyectos de desarrollo.
Por último, el consejero, a preguntas de los periodistas. ratificó la intención de Medio Ambiente de trasladar el Centro de Recuperación de Rapaces desde el zoo de Guadalajara hasta la Finca de Solanillos donde desarrolla sus actividades la Fundación Apadrina un Árbol.
Guijarro rechazó que pudiesen operar dos centros de similares características en la provincia aunque no descartó un acuerdo con el Ayuntamiento de Guadalajara "para que en el zoo se actúe como un minicentro de recepción de aves que luego se trasladarían hasta Solanillos".