CIUDAD REAL, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las respectivas defensas de los tres procesados por un delito contra la salud pública y para los que la Fiscalía pide 12 años de cárcel, solicitaron hoy, en la segunda y última sesión del juicio que se ha seguido en la Audiencia provincial de Ciudad Real, la absolución porque consideran que los hechos no se han probado.
Según las conclusiones de los defensores ni J.Á.A., M.G.U. ó F.G.L., en la vista no ha quedado acreditado que traficaran de forma organizada con sustancias estupefacientes en el bar "La Paz" de Herencia, aunque el abogado de F.G.L., pidió de forma subsidiaria tres años de prisión para su patrocinado, por la supuesta valoración que pudiera hacer la Sala de que los 105 gramos de cocaína intervenidos en su vivienda "son demasiados para un consumidor".
En este sentido, el letrado utilizó esta consideración como atenuante porque "lo que es innegable es que F.G.L. es consumidor y que se encontró esa cantidad en su casa", dijo.
Igualmente, argumentó que los indicios "forzados" resultantes de la actuación de la Guardia Civil, pues "no hay evidencias", "son vacuos" y "no se ha demostrado que hubiera relaciones comerciales" entre Félix y los otros dos procesados, que en 2005 regentaban el establecimiento ubicado en el bajo del edificio del piso de Félix.
Precisamente, en esta sesión testificaron A.A.E. y A.J.G.C, dos de las personas que fueron detenidas durante el dispositivo de vigilancia que activó la Guardia Civil en los alrededores del establecimiento, en el que los agentes seguían a los supuestos clientes del bar y a los pocos metros los detenían, en su mayor parte en posesión de una papelina.
No obstante, sendos declarantes -ambos consumidores de drogas y alcohol- desmintieron sus respectivas declaraciones en el Juzgado de Instrucción de Alcázar, en las que reconocieron que habían adquirido la droga en dicho bar, y negaron tener conocimiento de que en el establecimiento se vendieran sustancias tóxicas.
Asimismo, compareció un conocido de A.A.E., que estuvo presente en una pelea que el primer testigo mantuvo con el camarero del local el 24 de agosto de 2005, cuando aquel se negó a pagar a éste un "pequeño envoltorio".
De su lado, la fiscal se apoyó en las actuaciones de la Guardia Civil, que desarrolló un operativo entre octubre y noviembre de 2005, tras las sospechas de que en dicho local se vendía droga, pues comprobaron que "entraban personas que salían a los pocos minutos". Incluso justificó el agravante de organización para delinquir en que M. G.U., camarera del establecimiento, subía y bajaba de casa de F.G.L. con mucha asiduidad .
Y es que en este lugar, según la acusación pública, se almacenaba y preparaba la droga que, posteriormente, era distribuida en pequeñas dosis en el interior del bar.
Con todo, y teniendo en cuenta el material y la droga incautados en el registro del bar y de la vivienda el 3 de diciembre de 2005, la Fiscalía mantuvo su petición de 12 años de prisión para cada uno de los tres procesados.
