TOLEDO 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las murallas de la localidad de Escalona (Toledo) van a entrar durante los próximos cinco meses en una nueva fase de restauración, en la que se actuará en dos tramos que se extienden un total de 180 metros, y que contará con una inversión de 329.000 euros procedentes del 1 por ciento Cultural.
Así lo avanzó hoy la consejera de Cultura, Soledad Herrero, que junto al alcalde de Escalona, Álvaro Gutiérrez; el director general de Patrimonio y Museos, Enrique Lorente y el arquitecto encargado de la restauración, Guillermo Sánchez, dio a conocer el proyecto de restauración.
La consejera destacó que la restauración de varios paños de muralla comenzará una vez se licite la obra, y enmarcó esta tercera actuación que se realiza en la muralla --previamente hubo dos en 2001 y 2003 por valor de 500.000 euros-- en la obligación de las administraciones de "devolver al patrimonio su dignidad".
La actuación, según explicó el arquitecto, se llevará a cabo en dos tramos de muralla situados entre la Avenida de la Constitución y la Avenida Peñafiel, de una arquitectura medieval defensiva, donde también se atenderán aspectos "secundarios" como dar salida al agua en la parte superior para que no se quede estancada, se hiele y afecte al monumento, y retirar las hierbas.
ACTUACIÓN PROFUNDA.
Esta será una "actuación profunda" aunque se intentará que "superficialmente" la muralla conserve su aspecto actual. La actuación de 2008 se señalizará con una doble línea de teja para diferenciarla de las dos anteriores, en las que se recuperó un tramo ubicado en al Plaza del Salto y otro en la Puerta de San Vicente.
El alcalde de Escalona, por su parte, señaló que la localidad está rodeada de muralla, aunque no todos los tramos presentan la misma necesidad de restauración. La muralla mide 2,15 metros de ancho por 9 metros de alto y se desarrolla en un perímetro de 1.500 metros. Actualmente, sólo una zona situada en la parte sueste de la villa conserva almenas, elemento que coronaría toda la parte superior pero que se ha perdido por "los efectos de la historia".
Construida entre los siglos XII y XIII, la eficacia de la muralla radica en el emplazamiento natural escogido para el asentamiento de Escalona, protegida por los barrancos formados por el río Alberche y los arroyos de la Parra y Tordillos. Para acceder al interior de la villa se abrieron las puertas de la Parra, San Vicente del Río, hoy desaparecidas, y la del castillo o San Miguel.