Herrero destaca el compromiso de los vecinos e instituciones en la iluminación de la iglesia de Lezuza (Albacete)

Actualizado: sábado, 24 noviembre 2007 17:19

ALBACETE, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -

La consejera de Cultura, Soledad Herrero, asistió a la inauguración del alumbrado interior de la iglesia parroquial 'Nuestra Señora de la Asunción', de Lezuza (Albacete) en un acto en el que destacó la importancia del compromiso colectivo de las instituciones con los ciudadanos en algo tan relevante como es la recuperación del patrimonio.

Al margen del apoyo ofrecido por la Consejería de Cultura, Herrero le ha atribuido el protagonismo a los lezuceños por haber "tomado las riendas de la historia en la recuperación del retablo de su iglesia", según informó la Junta en nota de prensa.

La nueva iluminación ha devuelto toda su fuerza al retablo barroco de la iglesia, "de una belleza extraordinaria que hoy se deja ver con un gran esplendor", ha afirmado la consejera durante el acto, en el que estuvo acompañada por el delegado de Cultura en Albacete, Evaristo Navarro; el párroco de Lezuza, José Alcañiz; el alcalde de la localidad, Ángel Munera, y la vicepresidenta de la Diputación, Nieves García.

Para llevar a cabo los trabajos de iluminación interior del recinto, desde la Consejería se ha otorgado una subvención de 10.000 euros.

Asimismo, los trabajos de restauración del retablo del siglo XVII, que han durado más de dos años, han sido posibles gracias al apoyo conjunto de los vecinos, la parroquia, el Ayuntamiento y el Gobierno regional, que invirtió cerca de 45.000 euros en los años 2005 y 2006, a través de la convocatoria de ayudas de Inmuebles Vinculados.

La iglesia, que se empezó a construir en la primera mitad del siglo XVI, es de estilo gótico tardío con portada renacentista, y de ella destacan su capilla de la Virgen de la Cruz, patrona de la localidad, y la imagen de 'La Dolorosa', atribuida a Francisco Salzillo.

De estilo barroco, el retablo es obra del escultor toledano José Moller y del pintor sevillano Pedro de Guzmán Ivez, y en él se combinan la pintura arquitectónica y de relieves barrocos, con una temática que hace referencia a la predicación de San Pablo en Libisosa y al martirio de San Vicente y San Leto, quienes fueron quemados vivos en época romana en la localidad.