Junta prosigue los trámites para declarar conjunto histórico el barrio del Albaicín de Campo de Criptana (Ciudad Real)

Actualizado: domingo, 18 enero 2009 14:20

CIUDAD REAL, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Delegación de la Consejería de Cultura, Turismo y Artesanía de Ciudad Real, prosigue con los trámites para declarar Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico el denominado "Barrio del Albaicín" de Campo de Criptana, situado en el entorno de la Sierra de los Molinos.

Esta zona del casco urbano criptanense posee una estructura y unas construcciones singulares, las casas-cueva, que la hacen única y merecedora de protección por parte de la Junta de Comunidades como un elemento patrimonial a preservar mediante esta figura de protección, informó la Junta en nota de prensa.

Este proceso para declarar bien de interés cultural el Barrio del Albaicín coincide con el acuerdo adoptado el Gobierno de Castilla-La Mancha y el Ministerio de la Vivienda en la Comisión Bilateral de Vivienda por el que se destinarán seis millones de euros para rehabilitar hasta trescientas viviendas de la zona con trabajos que van desde la recuperación de los elementos estructurales de los edificios y la mejora de la accesibilidad hasta la adecuación de elementos comunes y la habitabilidad de las viviendas.

A esta cantidad hay que sumar 1,8 millones de euros más para mejorar la pavimentación, acerados, alumbrado y otros elementos de la arquitectura urbana del barrio.

Estos 7,8 millones de euros serán aportados por el Ministerio de la Vivienda, el Gobierno regional, el Ayuntamiento de Campo de Criptana y por los propios vecinos. Las administraciones públicas sufragarán a fondo perdido el 60% del coste de rehabilitación de las viviendas, de tal forma que los propietarios sólo deberán abonar el 40% del coste de las obras.

Dado que la realización de estos trabajos de restauración se llevará a cabo de forma paralela al proceso para declarar el barrio bien de interés cultural, las obras deberán someterse a la supervisión de la Comisión Provincial de Patrimonio que preside la delegada de la Consejería de Cultura, Turismo y Artesanía.

UNA ARQUITECTURA A PRESERVAR

La existencia de viviendas-cueva está documentada en el área geográfica de Campo de Criptana desde la Edad del Hierro II, a partir del siglo IV antes de Cristo, aunque todo indica a que las existentes en Campo de Criptana pertenecen más bien a un tipo de viviendas troglodíticas modernas de las que existen numerosos ejemplos en los valles fluviales del centro de la península y La Mancha.

Según un estudio encargado por el Gobierno regional a Gabriel Carrascal y Sergio Martín, los primeros pobladores se limitaron a ocupar las cuevas naturales, pero, siglos más tarde, sus descendientes empezaron a ampliarlas. La necesidad de renovar el aire en el interior de la cueva obligó a situar el hogar cerca de la entrada, en el habitáculo principal, a partir del cual se accedía al resto de habitaciones.

La vivienda se completaba con un patio a la entrada de la cueva que se utilizaba para guardar los animales; en algunos casos, una parte de este patio se cubría con una estructura de madera sobre la que se colocaban tejas curvas.

En cualquier caso, los materiales usados eran los habituales en la arquitectura popular manchega: muros de tapial o de ladrillos de adobe enjalbegados, vigas y dinteles de madera, etc.

La estructura típica de estas construcciones del Albaicín criptanense pervivió casi sin alteraciones hasta los años sesenta del pasado siglo, cuando se juntaron el aumento del poder adquisitivo de los vecinos y la aparición de nuevos materiales de construcción como el fibrocemento (uralita), que empezó a proliferar en los tejados del barrio.

Con más dinero, algunos de los moradores de estas viviendas procedieron a ampliarlas, pero, en vez de hacerlo hacia adentro, como sus antepasados, lo hicieron hacia arriba, añadiendo un piso por encima de la cueva original y, de paso, incorporando el patio al espacio útil de la vivienda.