TOLEDO 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
El portavoz y vicepresidente primero del Gobierno de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, destacó hoy que si no se modifica la situación "crítica y de alarma" de los pantanos de cabecera del río Tajo, Entrepeñas y Buendía, "no habrá ni una gota de agua", y recordó que la pluviometria no ha mejorado con la entrada de la primavera.
A preguntas de los medios, durante la rueda de prensa que ofreció en Toledo para dar cuenta de los acuerdos del Consejo de Gobierno aprobados esta semana, Lamata explicó que este será el argumento que el Gobierno de Castilla-La Mancha defenderá en la reunión de la comisión del trasvase Tajo-Segura.
Continuó diciendo que el Ejecutivo de Castilla-La Mancha reclamará prudencia a los miembros de la comisión del trasvase en la propuesta que vayan a elevar al Consejo de Ministros. Prudencia, que según Lamata, "es exigida por esa situación crítica y por las previsiones que tenemos. Es verdad que Castilla-La Mancha no niega agua para beber, pero lamentamos que no se adopten medidas en en Levante".
Afirmó Lamata que es imprescindible que se acelere la puesta en marcha de las desaladoras en el Levante, "porque necesitan ese agua y en esta situación de sequía van a tener problemas de abastecimiento". Así, aseguró que hay desaladoras que no se están poniendo en marcha, "cuando estamos hablando de una necesidad de abastecimiento a poblaciones", puntualizó.
"Veamos este problema con sentido común", indicó el portavoz del Gobierno regional, quien mostró su oposición "rotunda" a cualquier trasvase para usos que no sean de bebida humana, "limitación del uso de agua del trasvase para otros usos recreativos, y por lo tanto oposición rotunda a cualquier trasvase para regadío".
También exigió soluciones "sostenibles y viables" que garantizaría el agua. "El mensaje principal es: pónganse en marcha las alternativas, dejen de poner trabas. Esa es la exigencia que desde el Gobierno de Castilla-La Mancha plantearemos al Gobierno", concluyó.