C-LM rechaza "rotundamente" que Murcia y los regantes del Segura participen en la mesa de gestores de la cuenca del Tajo

Actualizado: viernes, 25 abril 2008 16:28

"Establecer un mercado de agua como si fuera una propiedad privada es una perversión del concepto", afirma Lamata

TOLEDO, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha hecho llegar una queja formal a la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) por la presencia en el día de ayer de la Región de Murcia en una reunión que se celebraba para preparar la planificación de la cuenca del Tajo. La Junta ha expresado su rechazo "rotundo y razonado" a esa participación en la mesa de gestores de la cuenca del Tajo, porque la cuenca no tiene en su territorio ninguno que pertenezca a Murcia.

Así lo anunció hoy en rueda de prensa su vicepresidente primero, Fernando Lamata, quien sostuvo que "existe un trasvase Tajo-Segura, que es un trasvase excepcional, extraordinario, y que Castilla-La Mancha ve como un trasvase temporal y con fecha de caducidad, pero que en ningún caso, da derecho a Murcia para participar en una planificación a futuro, acorde con la Directiva de la Unión Europea, y con nuestra propia legislación".

Según indició, "en esa planificación hemos de conseguir entre todos que las masas de agua recuperen la calidad adecuada y puedan hacer frente a los usos de la cuenca" y prosiguió afirmando que la legislación prevé que la cuenca cedente tiene prioridad sobre esos usos, que son los que ahora se van a analizar para preparar el futuro de la cuenca del Tajo.

Explicó Lamata que en esa planificación, la CHT convoca una serie de mesas preparatorias para llevar a cabo la planificación hidrológica de la cuenca, y la primera que se convoca es la mesa de gestores, a la que ayer se invitó por "error", a nuestro juicio, a la Región de Murcia. "Ayer mismo se hizo patente la queja, se corrigió esta situación, y se invitó a Murcia a que dejara la reunión", recordó.

El también portavoz del Ejecutivo castellano-manchego dejó claro que el Gobierno va a seguir defendiendo los intereses de Castilla-La Mancha por respeto a la Constitución y a las leyes vigentes en cada momento, pero desde luego el presidente autonómico, José María Barreda, "no va a permitir que se menoscaben los derechos de los ciudadanos ni el cumplimento de las leyes".

Igualmente, enfatizó, el Gobierno regional va a defender esta posición en todos los ámbitos donde tenga que hacer llegar sus argumentos y lamentó, como ya hacía esta semana, no haber escuchado aún al Gobierno de Murcia "dar las gracias", y sin embargo, sí acusar al Gobierno de Castilla-La Mancha de negar el agua a los murcianos.

"Siento indignación como castellano-manchego porque el Gobierno de Murcia no reconozca que desde Castilla-La Mancha se está dando de beber hoy a todos los murcianos", apuntó Lamata, quien subrayó que "no he escuchado todavía ese gesto de agradecimiento, sólo la defensa de unos ingresos económicos para mejorar su renta, que es defendible, y que no vamos a discutir, pero simplemente existe una prioridad que marca la ley".

ALTERNATIVAS.

No obstante, aseguró que la Región de Murcia tiene alternativas que Castilla-La Mancha no posee, "y tiene que ponerlas en marcha cuanto antes, en vez de discutir cuestiones tan desagradables". Por lo tanto, reiteró que la posición de Castilla-La Mancha es defender los intereses de la región, aceptar el cumplimiento de la ley y ofrecer a la Comunidad de Murcia el agua para beber que hoy está llegando a sus grifos.

Así, el vicepresidente primero proclamó que mientras que no se demuestre que el Tajo desemboca en el Mediterráneo, en la mesa de gestión de la cuenca del Tajo no puede participar la Región de Murcia, y en la mesa de usuarios para la planificación hidrológica de la cuenca no pueden participar los regantes del Segura, "porque primero tiene que analizar sus necesidades de futuro, y luego se verá que conviene", puntualizó.

Sobre el principio de acuerdo alcanzado ayer entre los regantes de Aranjuez y los de Murcia respecto a la venta de derechos de agua, Lamata se opuso a esa fórmula como manera de resolver el problema de demanda de agua y dejó claro que el agua es de todos los españoles. "Establecer un mercado de agua como si fuera una propiedad privada es una perversión del concepto de todos a ese agua del agua", concluyó Lamata.