CIUDAD REAL, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
Uno de los ciudadanos colombianos que ha sido juzgado por la Audiencia Provincial de Ciudad Real, Carlos Alberto Betancur, llegó a un acuerdo de conformidad por el que aceptó tres años de prisión por un delito contra la salud pública después de que la Guardia Civil le incautara más de medio kilo de cocaína en la A-IV (Autovía de Andalucía), a la altura de Puerto Lápice.
No obstante, tras llegar a dicho acuerdo, se celebró una vista para dirimir si al acusado, que se encuentra en situación irregular en España, se le aplica una pena de sustitución solicitada por el Ministerio Fiscal para que se le expulse del país.
Sin embargo, la defensa apeló al arraigo del Betancur en España, donde lleva residiendo ocho años y donde vive toda su familia, "todos ellos con permisos de residencia y trabajo, y algunos incluso con la nacionalidad", indicó el abogado.
En este sentido, el imputado hizo uso de su derecho a la última palabra para pedir al Tribunal que se tuviera en cuenta esta circunstancia "porque en mi país no tengo a nadie. Además, he tratado de conseguir los papeles en varias ocasiones y cuando me cogieron estaba en trámite para lograrlo", indicó Carlos Alberto Betancur.
Por su parte, el abogado que ejerce su defensa recordó que su patrocinado ya ha cumplido parte de los tres años de prisión que aceptó ayer, porque se encuentra en prisión desde que fue detenido en septiembre de 2007, "por lo que la pena de expulsión no sería de sustitución, sino que se añadiría a la pena que ya ha cumplido, por lo que sería un doble castigo para el mismo delito".
Por otra parte, hoy estaba también previsto que se juzgara a otro ciudadano colombiano que acompañaba al primero cuando se produjeron los hechos, Jhon Alexandre Grisales Franco, quien no se presentó en la Audiencia Provincial alegando una enfermedad por lo que su juicio ha sido aplazado. Grisales Franco, cuya situación es regular en España, se encuentra en libertad.
Los hechos ocurrieron el 6 de septiembre de 2007, cuando los dos hombres fueron interceptados en un control de la Guardia Civil situado en la A-IV (Autovía de Andalucía), a la altura de Puerto Lápice.
Los agentes observaron un excesivo nerviosismo en los dos ocupantes y un fuerte olor a mentol en el vehículo, por lo que decidieron realizar un registro en el interior, hallando bajo la moqueta de los asientos traseros 508,8 gramos de cocaína, que, una vez analizada, presentaba una pureza del 35,8 por ciento.
