VALLADOLID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Consejería de Fomento de la Junta de Castilla y León a través de la Dirección General de Telecomunicaciones y en colaboración con la Fundación Fundetec presentaron hoy en Madrid el 'Libro Blanco de las TIC en el Sector Comercio Minorista', elaborado conjuntamente con el Centro de Investigación, Innovación e Información Comercial i3com, que pretende ser "un manual de referencia para el sector a nivel nacional en relación con el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y su aplicación a todos los procesos de la cadena de valor del comercio minorista".

Para ello, el documento analiza la implantación y uso de soluciones TIC en el pequeño comercio y los procesos productivos involucrados en su cadena de valor para detectar sus necesidades tecnológicas e identificar las soluciones y aplicaciones clave para optimizar dichos procesos, según informaron a Europa Press fuentes del Gobierno regional.

Según el INE, en 2009 había en España 516.518 empresas dedicadas al comercio minorista (el 15,4 por ciento del tejido empresarial), de las cuales el 98 por ciento eran microempresas de menos de 10 empleados.

Estos pequeños comercios se enfrentan a serias dificultades, incrementadas aún más por la crisis económica: la amenaza de las grandes superficies, la desaparición del comercio rural, la diversificación de los horarios comerciales, la permanente adaptación a las demandas de los consumidores y a sus cambios de hábitos y también el aumento del uso de las nuevas tecnologías en el sector, que ven como una dificultad, principalmente por el desconocimiento de la rentabilidad que aportan las TIC a los diferentes procesos.

Como se explicó en el conjunto de intervenciones las TIC suponen una revolución en los procesos organizativos, permiten al pequeño comercio competir con las grandes empresas en cierta igualdad de condiciones, ampliando su clientela potencial gracias a Internet y al comercio electrónico. Pero aún es necesario que esta cultura de modernización comercial se extienda a todo el sector en su conjunto para favorecer su competitividad.

Las nuevas herramientas tecnológicas reducen tiempos y gastos de aprovisionamiento y distribución, proporcionan nuevos medios de pago, facilitan la diversificación de horarios, propician la generación de economías de escala dentro del sector, estimulan la apertura de nuevos mercados, mejoran los procesos de control de calidad y el servicio al cliente*.

Sin embargo, según se apuntó en la presentación, "sólo el 71,4 por ciento de las empresas del sector dispone de ordenador, y un 60,1 por ciento utiliza Internet con fines profesionales; porcentajes que descienden al 47,4 por ciento y al 33,5 por ciento si se habla específicamente de las microempresas del sector".

LA CADENA DE VALOR

El comercio minorista es el estadio final de la cadena de distribución, y el intermediario entre el mayorista y el consumidor. Debido a la diversidad de la propia actividad comercial, resulta complicado establecer un único modelo de cadena de valor para el sector.

El Libro Blanco establece un modelo, identificando y analizando las aplicaciones tecnológicas específicas que permiten optimizar los procesos en cada una de ellas y que se basa en la gestión de compras, la logística, la gestión comercial, marketing y ventas y posventa.

Según el informe, el 68,45 por ciento de los comercios minoristas cuentan con alguno de estos tipos de infraestructura tecnológica. Asimismo, se incluyen 15 casos de éxito de empresas que utilizan algunas de estas soluciones, donde se explica la inversión realizada y los objetivos alcanzados.

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

El manual realiza también un análisis de las Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades (DAFO) del comercio minorista, según recordaron las mismas fuentes.

Tomando la situación de punto de partida en base a estas variables, se aportan una serie de recomendaciones para minimizar las debilidades (falta de cultura innovadora, de formación funcional en TIC, de recursos humanos y técnicos) y amenazas (escasez de entidades de difusión tecnológica, diversidad de tamaños, falta de competitividad, sector sobredimensionado respecto a Europa) e impulsar las fortalezas (asociacionismo, cambio generacional, relación directa con el consumidor, flexibilidad, capacidad de adaptación) y oportunidades (implicación de la Administración, soluciones más adaptadas y baratas, relación coste-beneficio, mayor equipamiento informático, más información).

Como recomendaciones, el Libro Blanco sugiere el desarrollo de soluciones verticales y horizontales que den respuesta a problemas genéricos del comercio; mayor divulgación sobre las actuaciones de la Administración (asesoramiento, ayudas, etc.); políticas activas específicas para dinamizar el comercio rural; reforzar el papel de las asociaciones como transmisores de información en TIC; generar proyectos que demuestren las ventajas de las tecnologías; y fomentar las sinergias generadas en las economías de escala.

El Libro Blanco recoge también 15 ayudas y subvenciones para la adopción de las TIC dirigidas a pymes y autónomos (algunas de carácter autonómico y otras de ámbito nacional).