Alberto Esgueva se presenta como víctima: "Han subastado mi casa y ha sido el fin de mi proyecto empresarial" . - EUROPA PRESS
Defiende la licitud de sus ventas de participaciones, por las que ha tributado, y recrimina a la AEAT por embargarle y ejecutarle en concepto del IVA de esas operaciones
VALLADOLID, 16 Dic. (EUROPA PRESS) - SSS
El empresario vallisoletano Alberto Esgueva, quien fuera socio de Grupo San Cayetano y consejero delegado de Excal Internacional, a su vez uno de los más beneficiados presuntamente de la denominada 'trama eólica', se ha presentado este martes ante el tribunal como víctima o gran perjudicado tras defender la licitud de las distintas ventas de participaciones en el sector eólico, por las que asegura que pagó los impuestos pertinentes. Sin embargo, la Agencia Estatal Tributaria decretó el embargo de sus bienes al entender que constituyen operaciones económicas por las que también tenía que haber pagado el IVA correspondiente.
"¡Subastaron mi casa, intervinieron mis activos, han subastado todas las acciones de mi compañía, cada euro que entraba en las cuenta lo ejecutaban, tuvimos que despedir a todo el personal...y al publicarse este asunto se acabó mi proyecto empresarial en España y Polonia!", ha sido el lamento que el industrial--le piden 12 años de cárcel y multa de 68 millones de euros--ha lanzado poco antes de concluir el interrogatorio al que se ha sometido en exclusiva a preguntas de su propio letrado defensor.
De esta forma se refería el encausado, fundamentalmente, al resultado final del negocio emprendido en el sector eólico, primero mediante la constitución en diciembre de 2004 de una sociedad vehículo denominada Energía Global Castellana S.A, participada por San Cayetano y Biovent, filial de Iberdrola, al 40 y 60 por ciento, respectivamente, y luego a través de un convenio en junio de 2006 entre otra de sus sociedades, Cronos Global, con Preneal, en ambos casos con el fin de promocionar, desarrollar y explotar parques eólicos en Castilla y León.
En el caso de su asociación con la filial de Iberdrola, el acusado, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha explicado que los contactos se mantuvieron con los directivos de la hidroeléctrica, también encausados Ricardo Bravo y Rafael Icaza, quienes buscaban un socio local para el negocio eólico.
Aunque su defensor le ha interpelado sobre qué necesidad tenía Iberdrola de buscar un socio como San Cayetano, que comparado a la Iberdrola podría parecer un "mojón de carretera", Alberto Esgueva ha sacado pecho al recordar que su grupo por aquel entonces era muy potente y facturaba anualmente 50 millones de euros, a lo que se añadía la capacidad de esta sociedad para agilizar la tramitación de los proyectos y llegar a acuerdos con los propietarios de suelos para la instalación de los parques.
La aventura entre ambas partes, ha recordado el industrial vallisoletano, concluyó tres años después cuando en 2007 San Cayetano Wind decidió apartarse de estos proyectos debido a que en el acuerdo suscrito incluía una cláusula que estipulaba que no se distribuirían beneficios hasta que se amortizaran las inversiones, "lo que suponía que hasta 2016 no se vería ni un duro", de ahí que Alberto Esgueva revendió a Biovent sus acciones--había pagado por ellas 24.000 euros--y recibió en pago un total de 47,1 millones de euros.
EL "MILAGRO DE LOS PANES Y LOS PECES"
"¿Nos puede explicar ese milagro de los panes y los peces?", le ha interpelado su abogado defensor, a quien el empresario ha justificado que esa cantidad es la resultante del cálculo que Iberdrola realizó con la previsión del rendimiento de lo que aquellos parques iban a generar por número de horas de producción.
Aunque esa venta de participaciones quedó reflejada mediante el correspondiente pago de impuestos, en total 3 millones de euros, el acusado ha denunciado públicamente que la AEAT no consideró esa operación como tal sino como una actividad económica que exigía el pago del IVA correspondiente, de ahí que el fisco le ejecutara por 13 millones de euros.
"Nos embargaron y ahí empezó todo", ha recriminando Francisco Esgueva, quien ha apuntado que esta misma situación se reprodujo cuando en 2006 otra de sus empresas creadas, Cronos, emprendió una aventura similar con la mercantil Preneal para la promoción de parques eólicos en distintas provincias de la Comunidad que, como así ha advertido el interrogado, no llegaron a contar con autorización administrativa, negando así cualquier supuesto trato de favor.
Para esa promoción de molinos de viento, ambas partes constituyeron las sociedades Vientos de Gata, Vientos de Tamara, Eólica de la Mata y Energías Renovables de Ávila, aunque, al igual que en el caso anterior, Alberto Esgueva decidió más tarde la venta de sus participaciones porque estaba "tieso" económicamente. Nuevamente, la Agencia Tributaria entendió que esas operaciones constituían no una mera venta de acciones sino actividades económicas o prestaciones de servicio y volvió a ejecutar por el IVA no soportado de las mismas.
El acusado ha rechazado que en esta inmersión en el sector eólico se concertara con el principal inculpado en la supuesta 'trama eólica', el entonces viceconsejero, Rafael Delgado, a pesar de que ambos hubieran coincidido en Excal Internacional, una empresa semipública en la que el primero era consejero delegado y el segundo presidente del consejo de administración, al que, sin embargo, él y su esposa, una vez separados, vendieron el 27 de enero de 2005 un apartamento en Comillas y en 2006 la casa que el matrimonio poseía en la urbanización El Pichón, en Simancas, propiedad exclusiva de su exmujer.
Tras el interrogatorio a Alberto Esgueva, que ha incluido otras operaciones como el préstamo de 420.000 euros recibidos por Cronos en enero de 2014 de Nemo Holding que fue devuelto tres años y medio después, así como por la participación de San Cayetano Wind--luego pasa a denominarse Intercatia--y la citada compañía suiza en una promoción inmobiliaria fallida en Montealegre de Campos (Valladolid), han subido al estrado los también acusados Francisco Esgueva, hermano del primero; Germán Martín Giraldo y César Hernández Chico, quienes se enfrentan a peticiones de pena de seis años el primero, doce el segundo y siete el tercero, junto con multas, por el mismo orden, de 60 millones, 14,5 y 1,8 millones.
EFECTOS DEL ESCÁNDALO EN POLONIA
En el caso de Francisco Esgueva, el industrial ha mantenido que la práctica totalidad del negocio eólico lo llevó su hermano Alberto y en el caso de Germán Martín Giraldo, socio del segundo de ambos hermanos en Cronos Global, el declarante ha corroborado lo declarado por su 'partner' en cuanto a el que embargo ejecutado por la AEAT supuso la muerte de la mercantil.
"Hemos sufrido todos los embargos, no entendíamos cómo estando el asunto sub judice se nos estaba ejecutando, fue alto totalmente dramático", ha denunciado Martín Giraldo, quien se ha referido una noticia periodística aparecida en marzo de 2015 sobre la supuesta 'trama eólica' que no sólo trascendió en España sino también en Polonia, "donde Cronos llevaba operando desde hacía años realizando un trabajo extraordinario de promoción inmobiliaria", en referencia a grandes edificios de oficinas que impulsaba la mercantil en aquellas fechas y un proyecto residencial con 800 viviendas que quedó abortado al retirarles financiación un banco polaco al que también llegaron informaciones del supuesto escándalo ocurrido en Castilla y León.