Apramp advierte de que la prostitución se ha "normalizado" entre los más jóvenes como un objeto más de consumo

Actualizado: sábado, 14 marzo 2015 19:59

SEGOVIA, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -

La fundadora y presidenta de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituta (Apramp), Rocío Nieto, ha asegurado que los demandantes de prostitución son cada vez más jóvenes, lo que ha atribuido a la "normalización" de la práctica, que se considera un objeto más de consumo.

Según ha dicho, mientras que hace 15 años el perfil de cliente respondía al del "típico ancianete", además de a hombres de entre 40 y 50 años, hoy en día la edad se ha rebajado incluso hasta los 18 años y es habitual ver a amigos que acuden en grupo a entornos como la Casa de Campo para requerir los servicios de una meretriz por el mismo precio que una consumición en un bar.

En su opinión, la llegada de consumidores jóvenes se debe a que la prostitución se ve como algo normal, pues es accesible sin problema a través de Internet y los medios de comunicación o en las calles, y cuesta poco. "Es como un objeto de consumo más. Estamos dando la oportunidad de que esto se normalice, por eso debemos educar para hacer saber que detrás de ella hay siempre trata de personas y explotación sexual", ha expresado.

Nieto, trabajadora social, ha mantenido este sábado una conversación con la periodista Marta Gómez Casas en el marco del V Encuentro de Mujeres que transforman el Mundo, que se celebra en Segovia hasta el 22 de marzo.

Durante la charla, ha explicado el trabajo que desarrolla Apramp, organización que desde 1985 defiende los derechos humanos, lucha contra la trata de personas y desarrolla una labor de atención integral a mujeres prostituidas o víctimas del comercio humano. Actualmente, la asociación está presente en seis comunidades autónomas y atiende cada día a más de 250 mujeres. Cuenta además con una tienda-taller de costura abierta al público en Madrid, donde trabajan féminas realizando arreglos de topa, y ofrece programas de formación.

Cada año, miles de mujeres llegan a territorio español para ser explotadas sexualmente, secuestradas por mafias que les prometen un trabajo pero que acaban colocándolas en la calle, en pisos o en polígonos. España, donde el 90 por ciento de las prostitutas son extranjeras, es un destino "prioritario", hasta el punto de que se sitúa a la cabeza en incidencia de trata con fines de explotación sexual, como ha recordado Nieto.

Las féminas que llegan --a veces incluso vendidas por sus propias familias-- son también cada vez más jóvenes y son entregadas a 'madames' que las suministran como "carne fresca" a proxenetas, que las obligan a ejercer sexo en muchas ocasiones en condiciones "miserables".

En algunos casos, como ocurre principalmente con las nigerianas, se las amenaza con someterlas a rituales de vudú, de ahí la dificultad para que salgan de la prostitución, según ha lamentado la presidenta de Apramp, quien ha alertado de que esas mismas amenazas son utilizadas por consumidores para conseguir que las chicas hagan lo que les piden.

LEGALIZAR LA PROSTITUCIÓN

Nieto ha rechazado que se reglamente esta práctica, pues opina que ello supone regular la trata de seres humanos. Además, considera que una normativa no tiene sentido si no se hace nada contra aquellos que se encargan de introducir a las mujeres en el país.

Desde su punto de vista, es necesaria una ley contra la trata que proteja a las mujeres y obligue a los gobiernos a cumplir las medidas europeas y sociales. Partidaria de que el proxeneta sea castigado, la fundadora de Apramp ve necesario asimismo que gobiernos y ONG sean obligados legalmente a poner a disposición de las mujeres víctimas todo aquello que sea incautado a quienes inducen a estas a ejercer sexo y se benefician de ello.

Según ha apuntado, es vital ofrecer una alternativa a las mujeres que consiguen salir de ese mundo, que pasa por facilitarles formación y vivienda. Desde su puesta en marcha, Apramp ha conseguido sacar de la prostitución a 3.000 personas. Por esa labor, Nieto ha sido reconocida con la Medalla de Oro de Cruz Roja y la Cruz de Oro de la Orden Civil de la Solidaridad Social.

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