Lus verde al plan de urbanización de San Isidro.
BURGOS, 9 May. (EUROPA PRESS) -
La portavoz del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Burgos, Andrea Ballesteros, ha anunciado la aprobación del expediente de contratación, los pliegos de cláusulas administrativas y las prescripciones técnicas del contrato del mantenimiento de las zonas verdes, por un importe de 34 millones de euros y una duración de cinco años.
Así lo ha explicado Ballesteros en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Junta Local de Gobierno, quien ha aseverado que es uno de los contratos "más importantes del Ayuntamiento de Burgos por volumen presupuestario" y que se ha estructurado en tres lotes.
El primero de los lotes es para el mantenimiento de los jardines urbanos, con una asignación de 30,5 millones de euros y que incluye un presupuesto "para los trabajos que no estén valorados dentro de este bloque" de 1,22 millones; el segundo lote, afecta al cinturón verde y cuenta con presupuesto base de 990.783 euros y un asignación "para trabajos no valorados" de 99.078 euros.
El terce lote incluye a los polígonos industriales de la capital burgalesa con un presupuesto base de licitación de 1.744.473 euros.
Igualmente, en la reunión de este jueves se ha aprobado inicialmente el plan parcial para la ordenación detallada del sector S16, "conocido como San Isidro", que incluye desde las traseras de la antigua fábrica de Mifer hasta el camino Valdechoque, asó como el viario de circulación sur.
Andrea Ballesteros ha explicado que se ha hecho una aprobación inicial de este plan parcial para la ordenación de este sector S16 porque el Consistorio tiene "hasta más o menos el mes de noviembre, antes de final de año, para que esté aprobado definitivamente y no pase a rústico".
Asimismo, la portavoz del equipo de Gobierno ha aseverado que la aprobación definitiva llegará "antes de finales de año, para que no pase a rústico" por lo que con esta decisión el Ayuntamiento se asegura poder desarrollar a medio plazo este sector y la posterior construcción de viviendas que unan la zona de San Isidro con la zona sur de la ciudad.
El Plan General de Ordenación Urbana contemplaba desde 2014 el desarrollo de esta zona, sin embargo no se había dado desde entonces ningún paso para poder hacerlo, algo que ponía en peligro su urbanización.
Este peligro venía derivado de la normativa urbanística que dice que si un sector que es incluido en el Plan General de Ordenación Urbana no inicia su desarrollo en 10 años desde su aprobación, el suelos recupera su calificación original que en este caso sería rústica.
