La Barrosa vuelve a sonar por las calles de Abejar (Soria) para cumplir con el ritual carnavalesco

Archivo - Carlos de Porras y Guillermo Bartolomé, quintos en este 2022, cumplen con el ritual carnavalesco.
Archivo - Carlos de Porras y Guillermo Bartolomé, quintos en este 2022, cumplen con el ritual carnavalesco. - EUROPA PRESS - Archivo
Publicado: sábado, 5 marzo 2022 13:42

SORIA, 5 Mar (EUROPA PRESS)

Después de dos años sin sonar, los vecinos de Abejar han vuelto a escuchar los cencerros de La Barrosa, a lomos en esta ocasión de Carlos de Porras y Guillermo Bartolomé, quintos en este 2022, para cumplir una vez más con el ritual carnavalesco.

Pasadas las 10.00 horas de este sábado, los quintos y barroseros de este 2022, salían de la casa de Guille, donde quedaban una hora antes para vestirse. Con una mañana soleada y sin tanto frío como se preveía, los seis cencerros volvían a sonar por las calles de Abejar por tercera vez en un sábado.

El diseño de la barrosa, que se guarda con celo hasta la fecha, era anteriormente ideado por las mozas de Abejar la noche anterior, pero que desde hace unos años cada familia se encarga de confeccionar.

En esta ocasión han sido Bego, Sole, Lourdes, Mari y demás 'ayudantas', amigas de la madre y madre de los barroseros, las que lleva ya varios días 'peleando' con el diseño y con la costura: las cintas, las escarapelas, la cara... y un guiño en los colores a Ucrania en una bonita y original Barrosa.

Tras vestirse con calzones blancos, un fajín, corbata roja y sombreros, Carlos y Guille han tomado la Barrosa, la cesta y el látigo para comenzar la ronda por las casas (salvo en aquellas que se guarda luto).

En cada casa cada vecino aporta dinero, antiguamente se ofrecían víveres, normalmente huevos o dulces, además de brindar con ellos con moscatel y compartir roscos y pastas.

TRASLADO A SABADO

Una fiesta que en 2019 tuvo un punto de inflexión. La localidad votó en febrero de ese año el traslado de la fiesta el sábado. Participó el 50 por ciento de los censados y se decidió el cambio por 107 votos a favor, 29 en contra y tres en blanco.

La falta de 'mozos' de 18 años viviendo en el pueblo ha hecho que en los últimos años muchos de ellos tuvieran que volver a vestirse con camisa y calzones blancos y fajín y corbata roja. No es el caso de este 2022, como tampoco lo fue en 2020, ya que, con el cambio a fin de semana, la fiesta vuelve a tener candidatos.

Cuentan los padres de las últimas generaciones de barroseros que en "su época" les tocaba sortear quién portaba ese año La Barrosa ante la gran cantidad de quintos, por lo que muchos de ellos se quedaron en su día sin poder cumplir con el ritual, como ocurre de nuevo en la actualidad.

La celebración el Martes de Carnaval hacía difícil encontrar quintos que portaran La Barrosa pero este año, de nuevo, ha sido una moneda la que ha tenido que decidir a uno de sus protagonistas, ya que había más candidatos, jóvenes de 18 años, dispuestos a convertirse en barroseros.

RITUAL DE LA BARROSA

Uno de ellos porta La Barrosa, un armazón de madera cubierto con una sábana y decorado con escarapelas y cintas de colores, la cara y el rabo en ambos extremos, así como los cuernos para simular la figura del toro.

El otro, es el encargado de llevar el látigo que guía a La Barrosa y asusta a los más 'atrevidos', así como la cesta para recoger donativos y viandas que ofrecen los vecinos en sus casas.

Los seis cencerros del interior avisan a los abejarucos de la visita de este animal ancestral de origen desconocido que representa el carnaval más longevo de la provincia y probablemente único en España.

Por la tarde el escenario cambia. Tras acabar de visitar todas las casas, llega el momento de pasar un rato con amigos y vecinos del pueblo, antes de que el armazón de madera 'muera' para cumplir con el ritual un año más.

Será sobre las 22.00 horas en el salón del Ayuntamiento. Una primera vuelta al salón anuncia que el final de la jornada se acerca, un segundo aviso con dos vueltas y por último, con un intervalo de quince minutos de tiempo, una tercera ronda al salón con tres vueltas anuncia el final de esta emotiva jornada.

Es en esta última ronda cuando los barroseros salen a la calle y los cazadores del pueblo disparan al aire simulando la muerte de este animal de origen mitológico. Barrosa y barroseros caen sobre un tablón y seis mozos del pueblo, que ya han pasado por esta tradición, les transportan a hombros alrededor del salón a ritmo del pasodoble 'gato montés'. Será cuando La Barrosa muera, terminando así con el ritual que le permitirán descansar hasta el próximo año.

Los barroseros salen de nuevo al salón recibidos entre los aplausos de vecinos y visitantes, para bailar un pasodoble con las madres y acabar así su 'jornada'. Tras la muerte fingida, todos los abejarucos beben vino dulce simulando la sangre de La Barrosa y bailan la tradicional 'rueda' alrededor del salón. La Barrosa descansa hasta el año que viene, pero la fiesta continúa con la cena de mozos en el salón y cena comunal en el polideportivo y la posterior verbena de disfraces.