El presidente de las Cortes, Luis Fuentes; la consejera de Sanidad, Verónica Casado, y el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea. - EUROPA PRESS
VALLADOLID, 9 Nov. (EUROPA PRESS) -
La consejera de Sanidad, Verónica Casado, ha reconocido que durante su periplo al frente de la cartera ha "sonreído poco" aunque es "de sonrisa y risa fácil" y ha llorado "más de lo que hubiera pensado en un inicio" cuando empezó a trabajar en este tema porque le ha atropellado "una pandemia terrible que no se había visto nunca en este país".
Ahora, lo que le ocupa y preocupa es el futuro de la Sanidad en Castilla y León, "porque una pandemia es exactamente igual que una guerra y, después de una guerra, hay una posguerra". "Y ahora tenemos una postpandemia en la que tenemos que trabajar de una manera muy, muy intensa", ha aseverado.
Así lo ha indicado la consejera este martes a los medios de comunicación de forma previa a la celebración del desayuno informativo organizado por El Norte de Castilla en el Museo de la Ciencia de Valladolid, al que también han asistido el presidente de las Cortes, Luis Fuentes; el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea o el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Emilio Álvarez, entre otras autoridades.
A todos ellos y a su equipo les ha agradecido su compañía porque considera que no es nada sin ellos: "Yo siempre he pensado que aquellas personas que se regodean de mediocres no pueden salir de la mediocridad, pero aquellas personas que tienen la suerte de contar con gente que sabe de lo suyo, más que uno mismo, hace que el equipo funcione y trabaje bien".
De forma expresa se ha dirigido al vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, que le convenció, no sabe "en qué momento", para aceptar la Consejería de Sanidad. "La verdad es que ha sido ha sido duro, pero muchas veces me preguntan si yo me arrepiento y no, no me arrepiento. Ha sido muy duro, está siendo muy duro, pero yo creo que ha sido un auténtico reto y una oportunidad para intentar mejorar las cosas, con lo cual, pues muchas gracias, Paco", ha aseverado.
La consejera también ha aludido a la escritora Michele Wucker, periodista norteamericana autora del libro 'El rinoceronte gris', que hace referencia a "aquellas situaciones o acontecimientos de extremo riesgo para un país o una empresa que, aunque resultan predecibles, no son enfrentados por sus responsables".
En este sentido, ha reconocido que el coronavirus ha sido "un grandísimo rinoceronte gris: grande, peligroso y anunciado" pero al que no se hizo caso. "Pensábamos que iba a ocurrir lo mismo que con la gripe aviar, en la que parecía que iba a ser todo terrible y luego no pasó nada, pero lo cierto es que nos atropelló el coronavirus; nos atropelló a todos", ha lamentado.
Pero, parafraseando a Marie Curie, ha insistido en que "nada en la vida debe ser temido, solo debe ser comprendido", como ha ocurrido con la pandemia, que también ha servido para descubrir que "a pesar de las críticas, el sistema sanitario es fuerte, muy fuerte". Una afirmación de la que se ha valido también para advertir de que "focalizar la Sanidad como un centro del debate político sin sentarse a trabajar juntos es un peligro nacional".