"Nuestra fuerza no está fuera de nosotros", ha asegurado el prelado, que ha aludido a las palabras del Papa Francisco para recordar que la Iglesia no debe referirse a sí misma, sino solo a su Señor y a los hombres que debe salvar, en especial los más pobres. Según ha dicho, en estos momentos históricos de cierta debilidad y crisis de fe y de "rechazo orquestado" de la institución, esta tiene la tentación de hacerse fuerte apelando a imágenes de sí misma que agraden a quienes la critican o desean secularizarla y "marginarla" de la sociedad.