SALAMANCA, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Salamanca ha condenado a tres años de prisión, más el pago de una multa de diez meses con una cuota diaria de 12 euros y la indemnización de más de 840.000 euros, a un trabajador de una empresa de tasaciones inmobiliarias que desvió de las cuentas bancarias de la entidad a otras personales un montante superior a los 950.000 euros, procedente de provisiones de fondos que habían dejado clientes para gastos de notaría, registros e impuestos y que luego él no realizaba.
Según la sentencia, el hombre trabajó en la empresa de 2002 a 2014 en las delegaciones de Valladolid y Salamanca, y se apropió del dinero, sin que tuviese conocimiento la entidad para la que trabajaba, hasta que la Agencia Tributaria informó a los clientes de que los pagos no habían sido realizados, más la petición de multas y otros recargos.
Posteriormente, el ahora condenado reconoció la deuda y abonó 139.000 euros, sin que llegase a abonar después el resto de lo reconocido, por lo que el fallo judicial le ha impuesto la pena de tres años de prisión, más la multa y la indemnización, por el delito continuado de apropiación indebida.