La defensa del acusado de tratar de meter droga para su hijo en Villanubla apela a la "excusa absolutoria" - EUROPA PRESS
VALLADOLID, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
La "excusa absolutoria" es la que ha invocado este miércoles la letrada de Santiago C.I. para pedir a la Audiencia vallisoletana que exima de responsabilidad a su cliente y no le condene por tratar de introducir hachís y cocaína a su hijo, preso en el Centro Penitenciario de Valladolid, en mayo de 2023, ya que, según ha recordado, el acusado no llegó a consumar el delito porque antes de pasar por el arco de seguridad confesó a los funcionarios que portaba la mercancía.
"Estaba muy nervioso porque llevaba la droga adherida a mi cuerpo y antes acceder dije: No voy a pasar porque me vais a detener", ha declarado el acusado ante la sala al recordar cómo sobre las 11.30 horas del 25 de mayo de 2023 se disponía a realizar un 'vis a vis' con su hijo en el penal vallisoletano pero justo antes de atravesar el arco de seguridad decidió entregarse a los funcionarios.
En su declaración exculpatoria, recogida por Europa Press, Santiago, un hombre ya jubilado y con distintas enfermedades crónicas, ha asegurado que acudió al centro penitenciario para pasarle la droga a su hijo porque éste había sido amenazado por otros reclusos, amenazas que se había extendido a su persona también en forma de mensajes de whatsapp que recibió en su teléfono móvil.
Ante ello, quedó con una mujer en el barrio donde reside, en Huerta del Rey, que le aprovisionó de la mercancía, once bolas de hachís y cocaína con un peso de 114,23 gramos y 41,5 gramos, respectivamente, valoradas ambas en su conjunto en 2.285 euros, si bien el acusado ha asegurado que no tuvo que abonar cantidad alguna.
"Me indicó cómo tenía que introducir la droga", ha añadido Santiago en referencia a las indicaciones recibidas por su proveedora para que se adhiriera las bolas de hachís con cinta adhesiva en la zona de la entrepierna, como así hizo, al tiempo que ha reiterado que su único propósito era cumplir el encargo para que su hijo no fuera golpeado por otros internos del penal.
Agentes de la Guardia Civil que participaron en su detención han confirmado que el acusado mantuvo en todo momento una actitud colaboradora. De hecho, han coincidido al señalar que el detenido se ofreció a declarar y que incluso quiso mostrar los mensajes amenazantes recibidos en su terminal telefónica, si bien más tarde, por consejo de su abogada de oficio, se acogió a su derecho de no declarar.
Aunque el fiscal del caso pedía inicialmente cinco años de cárcel para el encausado, finalmente a rebajado la petición de condena a tres años, la mínima, y una multa de 2.285 euros, mientras que la defensa ha solicitado su exoneración apelando a la "excusa absolutoria" por haber desistido de la consumación del delito al entregarse voluntariamente a los funcionarios, sin haber llegado a introducir la droga en el penal. Subsidiariamente, la defensora ha pedido que en caso de condena el tribunal aplique a su cliente la atenuante muy cualificada de confesión.