La defensa del enajenado acusado de provocar un fuego en el Doctor Villacián culpa a la Diputación de Valladolid

VALLADOLID, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -

La defensa del enajenado vallisoletano Antonio M.C, acusado de provocar en 2007 un incendio en el psiquiátrico Doctor Villacián, responsabilizó hoy de lo ocurrido a la Diputación de Valladolid, titular del referido centro, por no haber adoptado las medidas necesarias para impedir que un interno que ya contaba con antecedentes por hechos similares tuviera acceso a un mechero.

Sentada como premisa previa el carácter inimputable del procesado, en quien concurre la eximente de trastorno mental, el defensor y el fiscal, durante el juicio celebrado hoy en la Audiencia Provincial, confrontaron posturas contrarias respecto de la calificación jurídica de los hechos, pues el representante del enajenado sostenía que se trata de un delito de daños, merecedor de un año de internamiento como máximo en un centro abierto, mientras que la acusación pública entendía que se trata de un delito de incendio e interesó diez años de internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario.

Además, en concepto de responsabilidad civil, el fiscal pidió que el procesado abone al Doctor Villacián un total de 7.100 euros por los daños causados en la habitación, concretamente en un colchón, un jergón, un cabecero y distintas mantas, y ello ante la radical oposición de la defensa, que criticó la negligencia que, en su opinión, supone la falta de control de un interno, reincidente en delitos de incendio, y por ello advirtió de la incongruencia de poner como beneficiaria de la indemnización a la Diputación provincial, cuando "ésta ha sido coautora de los hechos".

TODA LA VIDA INSTITUCIONALIZADO

Durante el juicio, Antonio M.C, de 50 años, de los que más de treinta los ha pasado institucionalizado en distintos centros psiquiátricos en Valladolid, Fontcalent (Alicante) y ahora León debido al carácter crónico de su enfermedad mental, se declaró inocente y aseguró que el día de autos, sobre las 09.18 horas del 17 de mayo de 2007, difícilmente pudo cometer el incendio porque se encontraba atado tras, según él, haber hecho una "cosa mala".

Así, el imputado, en declaraciones recogidas por Europa Press, sostuvo que el verdadero autor del fuego fue un compañero de habitación, "que era el que tenía el tabaco y el mechero", y ello a pesar de que las cámaras de seguridad del centro psiquiátrico recogieron ese día las imágenes en las que se ve con absoluta nitidez la entrada y salida de Antonio M.C. de la habitación número 10, que se hallaba vacía, y minutos después cómo el humo empieza a asomar por la puerta.

El visionado de la cinta se realizó en presencia del acusado, que, pese al carácter incuestionable de la prueba, siguió negando la autoría y, entre lágrimas, imploró "¡a Fontcalent no, a Fontcalent no, por favor!".