La Diócesis de Burgos anima a los contribuyentes a marcar la casilla de la Iglesia en sus declaraciones de la renta

El administrador diocesano dice que si no mejora la situación en 2007 no tendrán dinero para cubrir las "necesidades básicas"

Europa Press Castilla y León
Actualizado: jueves, 4 mayo 2006 19:17

BURGOS, 4 May. (EUROPA PRESS) -

El arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín, instó hoy a los contribuyentes burgaleses a marcar en sus declaraciones de la renta las casillas destinadas a la Iglesia y a otros fines sociales. Según los datos que ofreció esta mañana el administrador diocesano, José Luis del Rincón, la Diócesis de Burgos se está "descapitalizando".

"Estamos echando mano de recursos propios, de patrimonio propio, entonces no se autofinancia la Diócesis", recalcó, al tiempo que advirtió de que, de seguir así, a mediados de 2007 "no habrá fondos de este tipo para atender las necesidades básicas".

Recordó que la Diócesis de Burgos ha de mantener 1.250 templos parroquiales, las instituciones de formación de sacerdotes, de los colegios diocesanos, la residencia sacerdotal, con 480 miembros, de los que cerca de 100 están jubilados.

En cuanto a la posibilidad de vender bienes inmuebles, Del Rincón afirmó que en estos momentos la Diócesis de Burgos "no tiene nada", salvo alguna finca rústica. Aseguró que tampoco tiene inmuebles "directamente diocesanos", sino que son inmuebles "parroquiales" que están al servicio del funcionamiento de las parroquias.

Para aliviar esta situación de "carencia", en palabras Gil Hellín, la Diócesis dispone de una recién creada comisión de estudio de su sostenimiento económico, integrada por seis laicos y tres sacerdotes. Su objetivo pasa por la búsqueda de nuevas fuentes de financiación, entre las que Del Rincón no descartó la habilitación de cuotas fijas.

FUENTES DE FINANCIACIÓN

El administrador diocesano presentó los datos de la asignación tributaria en Burgos relativos a la anterior campaña de declaración de la renta. De los mismos se desprende que la Iglesia de Burgos necesita "mucho más dinero de lo que los contribuyentes aportan".

El año pasado recibió más de 3,6 millones de euros, de los que 1,6 procedieron de las declaraciones de los contribuyentes. Frente a estos fondos, el esfuerzo inversor de la Diócesis de Burgos rondó los 10 millones de euros.

El resto del dinero necesario para alcanzar ese nivel de inversión se recaudó, según Del Rincón, a través de convenios con distintas instituciones que precisaron de servicios religiosos, y otros para el mantenimiento del patrimonio con distintas administraciones; con los que se ingresaron 1.130.000 euros.

Cerca de 2,7 millones de euros fueron procedentes de donativos, colectas y fundaciones, mientras que otros 2,5 millones de euros se correspondieron con ventas anteriores de patrimonio de la Diócesis, como fue el caso del Seminario Mayor de Burgos.

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