EA critica que se de el visto bueno a la "incineración" de residuos en cementeras de León y Palencia

Actualizado: lunes, 22 octubre 2012 21:07

La Junta asegura que son ampliaciones de autorización para una actividad "bastante habitual", con controles continuos y mínimas emisiones


VALLADOLID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

Ecologistas en Acción ha criticado este lunes que la Comisión Regional de Prevención Ambiental haya informado favorablemente sobre la autorización para la "incineración" de casi 200.000 toneladas de residuos al año para las cementeras de La Robla (León) y Venta de Baños (Palencia), solicitadas por Tudela-Veguín y Cementos Portland Valderribas.

Los ecologistas, en un comunicado recogido por Europa Press, considera que se "abre" así la puerta para que "decenas de miles de toneladas de plásticos, neumáticos, lodos, envases, vehículos fuera de uso y rechazos de centros de tratamiento de residuos urbanos, entre otros desechos", puedan ser "quemados indiscriminadamente" en los hornos de ambas fábricas de cemento.

Sin embargo, el director general de Calidad y Sostenibilidad Ambiental, José Manuel Jiménez, ha aclarado en declaraciones a Europa Press que no se trata de una "incineración" sino de "valorización energética", que es un tipo de cogeneración en la que se utilizan de manera combinada hidrocarburos y residuos para producir calor que utilizan en sus procesos y es algo habitual en España y Europa.

En este marco, ha aclarado que los expedientes a los que se ha dado el informe favorable --falta que la Consejería los apruebe mediante una orden tras analizar algunas cuestiones "muy puntuales"-- son modificaciones "sustanciales" de las autorizaciones ambientales de estas cementeras, que han solicitado permiso para ampliar de 30.000 a 90.000 toneladas al año el uso de estos residuos, para lo que han tenido que realizar mejoras y se ha llevado a cabo un control continuo de emisiones.

Sin embargo, los ecologistas consideran que esta operación "carece de cobertura" en los planes autonómicos de residuos aprobados hasta la fecha en Castilla y León, todos expirados en el año 2010, pendientes de la elaboración y aprobación de un nuevo Plan Regional de Residuos.

Además, los ecologistas han asegurado que la Comisión y el Parlamento Europeo han propuesto eliminar en el año 2020 la incineración de los residuos que se pueden reciclar, como es el caso de los que podrían "incinerarse" --término que rechaza la Junta, que se refiere a "valorización energética"-- a partir de ahora.

Los ecologistas opinan que, con esta decisión, la Junta de Castilla y León se "pliega" a los intereses del "lobby pro-incineración, muy activo últimamente en Castilla y León", que, según la organización, promueve sus intereses con el apoyo político y económico del Gobierno regional "y ha colocado a uno de sus representantes en el Consejo Asesor de Medio Ambiente de Castilla y León, como experto científico".

Sin embargo, el director general de Calidad y Sostenibilidad Ambiental ha aclarado que se ha nombrado a dos personas para formar parte de este órgano y ninguno, aunque podrían, tienen relación o vinculación con el sector, ya que uno trabajó en el área de medio ambiente del sector de la automoción y otro lo hizo en la generación de energía eléctrica y ahora en el sector de explosivos.

Ecologistas en Acción considera que la intención de las cementeras de Castilla y León, ante la "caída en picado de los pedidos de cemento", es reconvertir su actividad hacia la importación e incineración de la mayor cantidad posible de residuos, "de manera que por ejemplo la capacidad de incineración de neumáticos usados que se va a autorizar a estas fábricas de cemento duplica la producción regional de este tipo de desechos".

A su juicio, la gran amplitud de los residuos que se pretenden quemar garantiza la emisión de importantes cantidades de sustancias tóxicas orgánicas como dioxinas y furanos, conocidos "alteradores hormonales" de carácter cancerígeno, además de metales pesados o hidrocarburos aromáticos policíclicos, también cancerígenos recogidos en los tratados internacionales sobre contaminantes orgánicos persistentes.

CONTAMINACIÓN MÍNIMA

Frente a ello, José Manuel Jiménez ha asegurado que las técnicas que implantan este tipo de factorías minimizan cualquier riesgo de contaminación e incluso la experiencia que han tenido es que los sistemas de control arrojan datos "muy satisfactorios". En concreto, ha afirmado que "hasta el punto" de que los parámetros demuestran que no se llega ni al 10 por ciento de los parámetros autorizados por las directivas europeas, por lo que "podrían emitir nueve veces más y cumplir la legalidad".

Además, ha aclarado que las empresas cementeras hace tiempo que intentan sustituir los derivados del petróleo por otro tipo de combustibles, no sólo por los costes, sino también para rebajar sus emisiones de CO2 y "precisamente por eso se abrió la puerta a la valorización energética", algo que también interesa desde el punto de vista ambiental y social porque permite evitar que estos residuos acaben en vertederos y además hay un efecto económico.

Finalmente, Ecologistas en Acción ha pedido al consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, que "en coherencia" con su decisión de hace un año de revocar el permiso para la "coincineración" de residuos en la fábrica de cemento de Toral de los Vados, atendiendo a las movilizaciones de la sociedad berciana, desista de aprobar la misma actividad en las comarcas del Cerrato Palentino y la Montaña Leonesa.

Sin embargo, Jiménez ha aclarado que hay "diferencias sustanciales" entre estas dos solicitudes y la de Toral, que fue pedida por la empresa Cosmos, a la que se denegó la autorización para iniciar el proceso por el incumplimiento de las condiciones ambientales, "fundamentalmente" de los plazos.

Además, tanto las cementeras de La Robla como de Venta de Baños, ha insistido, llevan tiempo trabajando con la "valorización" con un límite inferior y "ha funcionado el sistema de control de forma correcta".