La exposición 'La Magia de Miró' desembarca mañana en la sala del Teatro Calderón de Valladolid

Actualizado: martes, 2 septiembre 2008 16:34

VALLADOLID, 2 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Sala Municipal de Exposiciones del Teatro Calderón de Valladolid acogerá desde mañana y hasta el día 28 de septiembre la exposición 'La Magia de Miró', que exhibirá 60 obras que "sumergen" en el mundo "más poético y colorista de Miró".

Según informaron a Europa Press fuentes de la Fundación Municipal de Cultura, el mundo al que invitan las obras de Miró es un mundo donde los visitantes dejan de ser "simples espectadores" para pasar a formar parte "de ese universo onírico que el pintor supo plasmar como ningún otro artista".

La exposición es también un acercamiento a la obra gráfica, dibujo y grabado del artista español ya que, "al igual que en sus lienzos", Miró expresó "libremente" sus ideas, "donde convergen dulzura y violencia, la claridad con la oscuridad, la alegría y lo insólito".

La muestra, que se presenta en Valladolid por primera vez en España tras una itineración por Sudamérica, deja "patente" la "gran calidad" de Miró como grabador --obtuvo en 1954 el Gran Premio de Grabado de la Bienal de Venecia-- y permite "disfrutar" de las obras que acercan a su mundo más íntimo y colorista "donde la noche, la música y las estrellas ocupan un papel principal".

"El surrealismo le debe la más bella pluma de su sombrero", aseguró André Bretón en referencia a Miró, de quien se pueden contemplar en la muestra 35 dibujos y 28 grabados.

Las obras que se exhibirán corresponden a las tres últimas décadas del maestro, realizadas entre finales de la década de 1950 y 1977, y están realizadas con tinta sobre papel japonés, ceras sobre papel de lija, tinta china en láminas de corcho, litografías y dibujos a lápiz son algunos de los materiales y técnicas empleados en las piezas de la exposición.

Las obras de esta muestra pertenecen a la colección del español Alfredo Melgar, conde de Villamonte, amigo del artista además de fotógrafo suyo.

"Miró vivía para trabajar, pero no consideraba la pintura como un fin en sí mismo. Trabajaba en completo silencio, pero su obra expresaba todo un mundo. Miró empezó pintando en la casa de campo donde debió pasar parte de su juventud para recuperarse de una enfermedad, pero creó a partir de esa experiencia terrenal un universo onírico conmovedor. Como pintor y dibujante, experimentó con las superficies sobre las que trabajaba. Aprendió a trabajar sus inquietudes durante la época en que estudió con Francisco Galì, quien lo hacía dibujar objetos sin mirarlos, captándolos con los otros sentidos", destacaron las mismas fuentes.

La Fundación resaltó que, a pesar de su apariencia, sus dibujos acercan a un mundo "olvidado" ya que el artista representa lo que ya no se ve ni se escucha y, "lejos de inventar", nos acerca a realidades invisibles de un mundo "que sólo él es capaz de representar como creador".

"El cosmos, la música, objetos dotados de vida, de lirismo son sus temas principales que plasma con gran maestría a través de líneas puras, armoniosas que evocan la gloria poética del espíritu. Fue tal vez su capacidad para penetrar en el secreto de la naturaleza lo que le permitió crear esos poemas épicos del cosmos", explicaron desde la Fundación.