Un 37 por ciento de las muertes de residentes se ha producido en los propios centros, el porcentaje más alto desde septiembre de 2021
VALLADOLID, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
Entre el 30 de diciembre y este martes, 1 de febrero, han muerto en Castilla y León un total de 67 usuarios de residencias de mayores y centros de atención a personas con discapacidad con COVID-19, de los cuales 25 han fallecido en el propio centro, una cifra que es similar a la que se acumuló entre los meses de marzo y diciembre del pasado año (30 en diez meses).
Así se puede observar al comparar las cifras de la situación del COVID-19 en los centros residenciales de la comunidad, actualizada por la Junta de Castilla y León los martes y los viernes de cada semana, motivo por el cual no se pueden aportar datos concretos del mes entero.
Aun así, la comparación en este último periodo de poco más de un mes --del 30 de diciembre al 1 de febrero-- con los meses anteriores muestra que se ha vuelto a producir un número sensible de fallecimientos en los propios centros residenciales de la comunidad, aunque lejos de los peores momentos de la pandemia, ya que en noviembre de 2020 se llegaron a contabilizar 152 muertes y entre marzo y abril de 2020, 600 sin contar las de personas a las que no se pudo diagnosticar el COVID-19.
La suma de 25 muertes en los últimos 32 días es muy similar a la que se acumuló entre marzo y diciembre de 2021, ya que el pasado año hubo varios meses en los que no se registraron fallecimientos en las residencias (de abril a julio) y solo en agosto (once) y septiembre (doce) se dieron cifras reseñables.
La cifra de fallecimientos en las propias residencias suma 1.199 defunciones desde el inicio de la pandemia y tuvo sus momentos más críticos en la primera ola de la pandemia (698 fallecimientos de personas con COVID diagnosticado entre marzo y junio de 2020) y en la segunda (313 entre octubre y diciembre de ese año).
A partir de enero de 2021, con el inicio de los procesos de vacunación en los centros residenciales se comenzó a notar una menor mortalidad entre este grupo de población y ya esa tercera ola, que superó en incidencia acumulada y en cifras de ingresos en hospitales a la segunda fallecieron menos residentes (93 entre enero y febrero de 2021).
A partir de marzo, la cifra se redujo ya drásticamente hasta la llegada de la quinta ola, en la que se volvieron a registrar esos fallecimientos en residencias (23 entre agosto y septiembre).
Ahora, con la sexta ola la mortalidad ha vuelto a repuntar hasta sumar 25 fallecimientos en apenas un mes.
Otro baremo que ha empeorado ahora es el porcentaje de usuarios de residencia que han fallecido en los propios centros con respecto al total. Así, esos 25 fallecidos representan un 37,3 por ciento de las 67 muertes que se han producido en este grupo de población entre el 30 de diciembre pasado y el 1 de febrero.
Se trata del porcentaje más elevado desde septiembre de 2021, cuando hubo un total de 90 usuarios fallecidos y las muertes de 38 de ellos se produjeron en los propios centros (42,2 por ciento).
