VALLADOLID, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) y distintas entidades financieras de Valladolid han acordado hoy el reforzamiento de las "medidas activas y pasivas" con el propósito de poner fin a la proliferación de robos en los cajeros automáticos, como los cinco cometidos en el último mes en la provincia en los que la ya denominada 'banda del acetileno', así bautizada por el empleo de dicho gas, una batería y un cable, se ha apoderado de un botín cercano a los 56.000 euros tras reventar los dispensadores automáticos de billetes.
La persistencia de la referida banda, que ha actuado entre los pasados días 16 de noviembre y 11 de diciembre en cajeros de Caja España-Duero (Ceiss) en Arroyo de la Encomienda y Sardón de Duero, así como en el de Cajamar en Aldeamayor de San Martín y los del Barclays y el Santander, estos dos últimos en la capital vallisoletana, ha llevado hoy al subdelegado del Gobierno, José Antonio Martínez Bermejo, a mantener un encuentro con responsables de seguridad de las entidades afectadas, junto con el de BBVA, al objeto de consensuar un plan coordinado y estudiar la introducción de nuevas medidas tecnológicas para combatir esta nueva modalidad de robos.
En este sentido, Martínez Bermejo, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha explicado que, por un lado, las FCSE potenciarán las medidas de seguridad activa mediante la elaboración de un "mapa de riesgo" que se elaborará teniendo en cuenta los horarios más propicios para este tipo de robos y la ubicación de las sucursales, ya que los integrantes de la 'banda del acetileno' parecen tener predilección por aquellas ubicadas en lugares abiertos que facilitan su huida y que, además, están provistas de un tipo específico de cajero que aumenta sus garantías de éxito a la hora de su voladura.
La elaboración de ese mapa permitirá a la Guardia Civil y a la Policía Nacional cubrir una mayor zona en horario de riesgo, ha explicado el subdelegado del Gobierno, quien ha abundado en que las propias entidades financieras estudian también la puesta en marcha de una serie de medidas pasivas, aunque éstas habrán de recibir antes el visto bueno de Industria para que su aplicación no supongan un peligro para la integridad de las personas.
Entre ellas, además de un servicio de alarmas más sensible, se baraja desde perforar la chapa de los cajeros para eliminar así su estanqueidad--reduce de este modo el riesgo de deflagración--hasta la instalación de depósitos de tinta que dejan inservibles los billetes en caso de explosión o incluso un dispositivo de 'nariz' que permite detectar la presencia de gas acetileno y pone en marcha determinados mecanismos de protección.
COLABORACIÓN CIUDADANA
"Estamos dando pasos seguros para poder resolver quién está detrás de los últimos robos y para evitar que en un futuro terceros grupos puedan estar tentados de actuar con el mismo 'modus operandi'", se ha felicitado Martínez Bermejo, quien ha aprovechado para añadir que, junto con las medidas de seguridad activas y pasivas, es también de vital importancia la colaboración ciudadana para combatir esta nueva modalidad delictiva.
En cuanto a la posible vinculación entre el robo de bombonas de acetileno y oxígeno registrado el pasado día 11 en una empresa de carpintería metálica del Polígono Industrial El Cerro, en Segovia, y los autores de las cinco explosiones en cajeros de la provincia de Valladolid, el subdelegado del Gobierno, sin descartar cualquier hipótesis, ha relacionado el primer suceso con algún grupo de delincuentes que podría estar operando en el ámbito de la Comunidad madrileña "con un sistema similar pero distinto".
De hecho, Martínez Bermejo ha precisado que la técnica empleada por la 'banda del acetileno' tiene un sello muy característico que no se da en los robos sufridos por cajeros automáticos en zonas de Levante, Andalucía, Galicia y Cataluña.