Inaugurado con bendición arzobispal el Puente de Santa Teresa, el undécimo de Valladolid, que ha costado 12,9 millones

El alcalde de Valladolid, el arzobispo Ricardo Blázquez y varios concejales
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 25 marzo 2011 15:42

El vial incorpora unas balizas explicativas que "posiblemente" se instalarán en el resto de viaductos de la capital

VALLADOLID, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -

Valladolid tiene desde este viernes once puentes después de la inauguración, con la bendición oficiada por el arzobispo, Ricardo Blázquez, del nuevo vial de Santa Teresa, que une el barrio de La Rondilla con la Avenida de Burgos y el Cabildo y que, tras un coste de 12,9 millones de euros, muestra según el alcalde, Francisco Javier León de la Riva, el "brillante futuro de la ciudad".

El regidor ha presidido una verdadera inauguración dentro del plazo marcado por la Ley Electoral, pues se espera que el puente quede abierto al tráfico a lo largo de la jornada. Los vecinos del barrio, que han acudido por centenares a la zona de Ribera de Castilla para asistir al acto, ya han podido recorrer el viario y las zonas ribereñas que también se han remodelado.

El puente está dedicado a Santa Teresa de Jesús, al igual que el barrio de La Rondilla, donde la religiosa abulense estableció un convento en el Siglo XVI y esta no ha sido la única referencia religiosa que se ha unido a la apertura del viaducto, pues el arzobispo de la capital, el también abulense Ricardo Blázquez, ha oficiado una bendición en el acto de esta mañana.

Se trata del undécimo puente de la ciudad vallisoletana y según el primer edil vallisoletano es una muestra del "brillante futuro" que tiene por delante Valladolid. León de la Riva ha recordado asimismo las críticas lanzadas por la oposición y la Asociación Vecinal Rondilla y ha reprochado, en referencia al candidato socialista a la Alcaldía, Óscar Puente, que "decir que el puente lleva de ningún sitio a ninguna parte significa ignorar lo que hay a ambos lados del río".

Las obras se han dividido en tres partes claramente diferenciadas como la urbanización de las calles anexas con sendas rotondas en la calle Peseta (zona de El Cabildo) y la calle Rábida (Rondilla), la urbanización y acondicionamiento de las márgenes del río en el entorno y el propio puente de 194 metros de longitud y un solo vano sobre el cauce.

El presupuesto final de los trabajos, ejecutados por las empresas FCC y Corsán Corviam con el diseño de la firma de ingeniería Arenas y Asociados, ha ascendido a 12,9 millones de euros. Cabe recordar que en la adjudicación se fijaron 10,6 millones (2.300.000 euros menos), pero el plazo se ha rebajado en tres meses.

Como ha ensalzado el regidor, además de no romper la estética del entorno, el puente salva el cauce ordinario del río Pisuerga con un solo vano y permite el tránsito peatonal bajo el puente en ambas riberas. Se ha resuelto con una tipología de canto variable, sistema que combina una estructura mixta en el vano central y hormigón pretensado en los laterales.

También ha destacado la "gran anchura" del tablero con 28,3 metros, que permite la existencia de dos carriles para tráfico rodado de 3,50 metros con jardineras a ambos lados para separar el tránsito de la zona peatonal con aceras de 5 metros en el lado de aguas arriba, y una acera de más de 8 metros aguas abajo, además de un carril bici de 3,20 metros de anchura.

En este sentido, León de la Riva ha subrayado que el puente otorga "una clara prioridad a los peatones", pues "no se tiene constancia de la existencia de puentes con más de diez metros" de franja para paso de viandantes y éste tendrá diecisiete. Las aceras y plataformas están realizadas con madera sintética con el aspecto y acabado de la madera natural, pero sin los problemas de degradación y mantenimiento que esta conlleva.

Por otra parte, el puente de Santa Teresa incorpora unas nuevas balizas en las que se explica el por qué del nombre y la historia del personaje. León de la Riva ha añadido que "posiblemente" se instalarán estas señalizaciones en los otros diez puentes que cruzan el Pisuerga.

'FIESTA' EN LA RIBERA

El Consistorio ha querido organizar una 'fiesta' popular en la zona de la Ribera de Castilla, donde el 'speaker' y periodista radiofónico Alberto Guerrero ha animado la espera desde una hora antes del inicio del acto, previsto para las 12.00 horas y que ha comenzado con puntualidad a las 11.58, cuando el regidor llegaba al vial mientras la megafonía atronaba 'Ni tú ni nadie (puede cambiarme)' de Alaska y Dinarama.

En torno a las 12.40 horas, a la conclusión de la intervención del regidor, los cientos de espectadoras pudieron pasear por el puente y los aledaños al tiempo que degustaban las empanadillas proporcionadas por la Asociación Pan de Valladolid y que se han encargado de repartir los miembros del Equipo de Gobierno mientras León de la Riva saludaba personalmente a los vecinos.

El viario se suma a los otros diez puentes de la capital, que se han ido sumando desde que en el Siglo XI la Condesa Eylo promoviera el Puente Mayor. Pasaron ocho siglos hasta la creación del Puente Colgante y casi otros cien años más para que se abriera el de García Morato. "Antes, el 99 por ciento de la población vivía en la margen izquierda del Pisuerga y ahora se ha integrado el río en el paseo, el ocio y el deporte e incluso la pesca", ha recalcado el regidor.

También se ha hecho hincapié en las jardineras que se han plantado con trepadoras y plantas aromáticas, la barandilla acristalada y la iluminación del puente que se fusionan en un conjunto "muy singular, con hermosos acabados". A ello, ha sumado el alcalde que las advertencias de que el arbolado del Parque iba a verse afectado era "un mito" pues se han plantado chopos en mayor número del que había previamente.

Antes del inicio de los trabajos se realizó un estudio detallado de la avifauna, teniendo en consideración las especies presentes en el entorno. Así, se fijó un calendario de trabajos para que las acciones a ejecutar durante la época más sensible para la fauna -primavera y verano- fuesen lo menos impactantes reduciendo al máximo la incidencia sobre las poblaciones faunísticas de la zona.

El nuevo puente cruza el río Pisuerga permitiendo el tráfico rodado y el tránsito peatonal, uniendo de forma directa la calle La Rábida, ubicada al final del parque Ribera de Castilla, con la calle La Peseta. Respecto a las conexiones de tráfico, ha sido necesario reformar las intersecciones existentes para adecuarlas a la nueva distribución de tráfico, con las siguientes actuaciones.

León de la Riva ha puntualizado que desde que comiencen a circular coches se comprobará que el vial era "necesario" por que permitirá que los vecinos de la zona de La Rondilla más cercana no tengan que recorrer "todo el barrio" para acceder a los puentes de Condesa Eylo o El Cabildo.

Asimismo, se ha diseñado una nueva intersección entre la calle de La Peseta y la Avenida de Burgos mediante glorieta partida con semáforos, que da prioridad al tráfico de esta última, absorbe el incremento de tráfico originado en ese punto, y permite realizar los giros necesarios desde la Avenida de Burgos hacia la calle de La Peseta. En el enlace de la calle de La Rábida con Cardenal Torquemada, se ha invertido la rotonda partida existente dando prioridad a los vehículos que acceden desde el puente.

Además, se ha dado conexión con el nuevo puente a la glorieta del Camino del Cabildo en la margen derecha, con la calle de La Rábida en la margen izquierda. En este nuevo vial se han dispuesto una serie de conducciones a través del puente que cubren las necesidades transmitidas por todas las compañías.