Actualizado: jueves, 30 noviembre 2017 19:41

Compartirá banquillo en la Audiencia de Valladolid con su novia y el cocinero del restaurante, que se enfrentan a penas de un año

VALLADOLID, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -

La compra de dos vehículos Mercedes cuyas letras dejaron de pagar y su posterior venta a unos compradores franceses conducirán al banquillo este viernes al propietario de un bar de Valladolid, su novia y el cocinero, a quienes se acusa de ponerse de acuerdo para de esta forma obtener financiación ilícita para reflotar el negocio hostelero.

El titular del bar, P.S.C, será juzgado en la Audiencia de Valladolid como autor de un delito de estafa agravada continuada, por el que se expone a una posible condena de cinco años de cárcel y a una multa de 3.600 euros, mientras que su novia, M.B.H, y el cocinero del establecimiento, L. de la R.S, podrían ser condenados cada uno a un año de prisión, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

En concepto de responsabilidad civil, la acusación pública solicita que el primero de ellos y el cocinero indemnicen, de forma conjunta y solidaria, a Santander Consumer Finance en la cantidad de 21.030 euros, así como que el hostelero y su pareja hagan lo propio en favor de la misma entidad por importe de otros 29.432 euros, importes ambos correspondientes a lo que adeudan aún por la compra financiada de los dos turismos.

En su relato de hechos, el fiscal mantiene que el titular del bar, P.S.C, actuando en connivencia con los otros dos acusados, ideó un plan para relanzar su negocio de hostelería, para lo cual decidieron adquirir sendos vehículos Mercedes, mediante el sistema de financiación, en el concesionario oficial de Adarsa, sito en la avenida de Burgos de Valladolid, por valor cada uno de ellos de 30.981 euros.

NÓMINAS "ENGORDADAS"

En una de las operaciones intervino como comprador el cocinero y en la otra la novia del hostelero, con la particularidad de que en ambos casos los dos acusados presentaron nóminas "engordadas" para aparentar una mayor solvencia de cara a la financiera.

Pese a haberse comprometido a abonar religiosamente las cuotas correspondientes, una vez adquiridos los dos turismos, y ya en su poder, el cocinero afrontó únicamente el pago de las ocho primeras cuotas, dejando de pagar otras 52 letras, mientras que la compañera del titular del bar, siguiendo el mismo 'modus operandi', tan sólo atendió el pago de tres cuotas y devolvió las otras 57.

Aunque persistía la reserva de dominio en favor de la financiera, los tres procesados, como así sostiene la acusación pública, vendieron los dos automóviles a otros tantos compradores franceses, operación que L. de la R.S. formalizó el 4 de octubre de 2014 y M.B.H. el 28 de noviembre del mismo año.

Para ello, los acusados dieron de baja a los turismos en la Jefatura Provincial de Tráfico de Lugo. Los dos Mercedes se encuentran actualmente fuera de España.

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