El libro 'Una carmelita en Flandes' recupera la historia de Ana de San Bartolomé, la "sombra" de Santa Teresa en Ávila

Actualizado: miércoles, 13 diciembre 2006 17:27

ÁVILA, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -

La historia de la beata Ana de San Bartolomé, quien llegó a convertirse en la "sombra" de Santa Teresa en el convento de San José de Ávila y cuyo personaje quedó desfigurado después de numerosas fundaciones en Francia y Amberes, ha vuelto a ver la luz con el libro de Belén Yuste y Sonia Rivas, 'Una carmelita en Flandes'.

En esta publicación, que pretende "intervenir lo menos posible en los aspectos históricos", Yuste y Rivas, artífices también del disco Coloquio de Amor, muestran la vida de una humilde campesina toledana que "se convirtió en un personaje emblemático en Centroeuropa" y que "saltó todas las barreras sociales, llegando a ser íntima amiga de La Santa y de la hija de Felipe II, el rey más poderoso del mundo en el momento".

Yuste y Rivas han recorrido todos los conventos por los que Ana de San Bartolomé pasó, desde que salió de San José, y los que fundó en Francia y Amberes. Han sido sus principales fuentes de documentación, junto con las obras publicadas por el Padre Urquiza y los procesos de canonización.

"Era la reliquia viva de Santa Teresa y, cuando esta murió, los superiores la reclamaron para llevar el Carmelo a Francia, y después en Amberes, aunque ella quería morir en el palomarcico de San José, en Ávila", explicó Belén Yuste, quien destacó que, a pesar de su importancia, el personaje "ha estado siglos desfigurado, salvo en Amberes" y que la vida de la beata ha sido recuperada tras el éxito del disco Coloquio de Amor.

Sobre su historia, las autoras del libro contaron que "su familia no apoyaba que fuera carmelita, y además hermana lega, al servicio de la comunidad, pero venció todas las barreras sociales y llegó a tener un funeral de Estado en Amberes, presidido por la hija de Felipe II".

Santa Teresa fue, además, su maestra, y en sus obras recogió "todo lo que La Santa no se atrevió a decir por pudor sobre sus fundaciones".

En mayo de 1917 fue beatificada, y durante la I Guerra Mundial se la invocó como "defensora de la paz". Desde entonces, su personaje había quedado "casi apagado".

El libro se presentará este viernes a las 20 horas en la iglesia de San Ignacio.