VALLADOLID 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
El secretario autonómico del PSOE y candidato a la Presidencia de la Junta, Óscar López, se ha marcado como principal objetivo para 2011 la lucha para salir de la crisis desde la "ilusión, ganas y ambición" para lograr un cambio en el Gobierno de Castilla y León que, como avanzó, depende de la movilización de mujeres y jóvenes.
López ha lanzado este mensaje durante una recepción navideña con los medios de comunicación donde manifestó sus principales deseos para el próximo año: "Salud y trabajo".
El secretario autonómico del PSOE estuvo acompañado en esta recepción por los candidatos a las elecciones municipales de 2011, todos menos Heliodoro Gallego --Palencia--, Francisco Fernández --León-- y Pedro Arahuetes --Segovia--, quienes optan a la reelección, al igual que el alcalde de Soria, Carlos Martínez, quien sí que acompañó a López en esta recepción.
López recordó durante su intervención que según las encuestas del CIS el 52 por ciento de los ciudadanos quiere un cambio en Castilla y León, lo que sólo será posible si "quienes no se han implicado se implican". En este punto señaló que las candidaturas socialistas son de "cohesión", y se comunicaron "el mismo día de forma oficial", no como el PP que, a su juicio, lo está haciendo "de mala manera".
El líder socialista resaltó la "dureza" el año que ahora termina y consideró que las cosas fueron mejor a Castilla y León cuando la Junta cerró acuerdos con la oposición, un punto en el que se refirió al Plan de Convergencia Interior, al sector del automóvil o al "fortalecimiento" del sistema financiero. "Hemos tratado de arrimar el hombro y colaborar", aseveró.
Lo "peor" del año, a su juicio, fue la "dureza" vivida con los mineros con sus protestas a favor del carbón autóctonos y, además lamentó la falta de acuerdo en los Presupuestos Generales de la Comunidad y la Ley de Servicios Sociales que ha hecho "temblar" a los alcaldes.
Finalmente, López criticó la ausencia de una normativa autonómica de Desarrollo Rural o la Agenda de Población y, por último, incidió en su rechazo a la Universidad Internacional de Castilla y León.