López Zarzuelo destaca en el funeral al escritor "egregio y brillante" que supo "retratar" a toda la sociedad

Cientos De Personas Esperan La Llegada Del Cortejo Fúnebre A La Catedral De Vall
EPCYL
Actualizado: sábado, 13 marzo 2010 15:57

VALLADOLID, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -

El administrador diocesano de Valladolid, Félix López Zarzuelo, se refirió a Miguel Delibes durante el funeral como un "egregio" escritor así como una de las figuras "más brillantes del siglo XX" y recorrió algunos títulos del autor vallisoletano para dejar constancia del "retrato" que éste supo hacer de toda la sociedad.

Ante miles de personas agolpadas dentro y fuera de la Catedral Metropolitana de Valladolid, López Zarzuelo indicó de esta forma que Delibes, a quien "se le debe el dominio del idioma", no se olvidó de la soledad de los jubilados, a los reflejó en 'La Hoja Roja'; de las gentes del medio rural y su sabiduría, a las que abordó en 'El Camino', o de la "concordia con los que piensan de manera diferente", a los que retrató en 'El Hereje'.

Asimismo, apuntó que aunque se haya producido "a una edad avanzada", la muerte del novelista "duele y mucho", así como "duele" no volver a escuchar "el timbre de su voz que acariciaba los oídos", no volver a "estrechar sus manos", ver "vacío ese sillón de casa en el que descansaba" o "no cruzarse con él paseando por el Campo Grande o por la Acera Recoletos".

López Zarzuelo, quien también aludió al escritor como "maestro de periodistas" y recordó que fue "con justicia" galardonado con premios como el Cervantes, el Nadal o el Príncipe de Asturias, expresó a los familiares que "no están solos" y les trasladó su agradecimiento por la deuda que la sociedad tiene contraída con él.

"Valladolid tiene en él a su novelista más emblemático de España y de la comunidad hispanohablante", manifestó, a la vez que resaltó su fe "nunca cuestionada" y parafraseó las palabras del propio Delibes: "he conservado toda mi vida la enseñanza religiosa que aprendí de niño".

Tras la homilía, el hijo del vallisoletano que lleva su nombre, el biólogo Miguel Delibes, compareció ante los asistentes en nombre de toda la familia y sus amigos para agradecer la "emocionante despedida" que tuvo su padre y las muestras de cariño recibidas en las últimas 30 horas.

Así, se refirió a los vallisoletanos, al resto de acompañantes llegados de fuera e hizo una mención especial a los vecinos de Sedano desplazados "en masa", el municipio burgalés donde el vallisoletano pasó largas épocas. "En los últimos años él tenía la ilusión puesta en otra vida que en ésta", señaló, al tiempo que reconoció que a su padre "le hubiera emocionado ver tanto afecto aun sabiendo que lo tenía".

LA POLÍTICA Y LAS LETRAS

En las primeras filas y frente a las coronas de la Familia Real que adornaban el altar, acompañaron a los hijos y nietos del autor la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que estuvo flanqueada por la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde y el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera; el presidente de las Cortes, José Antonio de Santiago-Juárez; el portavoz de la Junta, José Manuel Fernández Santiago; el vicepresidente segundo y consejero de Economía, Tomás Villanueva; la titular de la Consejería de Cultura, María José Salgueiro; la consejera de Agricultura, Silvia Clemente, y los titulares de Hacienda y Educación, Pilar del Olmo y Juan José Mateos.

Asimismo, acudieron el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, con varios integrantes de la Corporación municipal; el delegado del Gobierno, Miguel Alejo, y el subdelegado, Cecilio Vadillo; la portavoz del PSOE en las Cortes, Ana Redondo; el presidente de la Diputación de Valladolid, Ramiro Ruiz Medrano.

Del ámbito educativo llegó el rector de la Universidad de Valladolid, Evaristo Abril, así como numerosos alumnos del propio Delibes, mientras que del mundo de la cultura y las letras asistieron, entre otros, el vicedirector de la Real Academia de la Lengua, José Antonio Pascual; el presidente de la Fundación Jorge Guillén, Antonio Piedra; la actriz María Fernando D'Ocon, y el escritor vallisoletano Martín Garzo.

El funeral, que se alargó durante una hora hasta las 13.25 horas, fue seguido por miles de personas, que se aglomeraron en la Catedral y aledaños así como en algunos de los balcones próximos al templo. Los asistentes aplaudieron intensamente antes y al término de la misa, mientras que los familiares del fallecido volvieron a fundirse en un abrazo para dedicarle su último adiós al "novelista ilustre, egregio y emblemático".