El monasterio de San Antonio el Real de Segovia abrirá al público el pabellón de caza de Enrique IV

El director general de Patrimonio, Juan cArlos Prieto; la madre clarisa Mariuca mesones, y el presidente de Camino del Asombro, Juan Ayres.
El director general de Patrimonio, Juan cArlos Prieto; la madre clarisa Mariuca mesones, y el presidente de Camino del Asombro, Juan Ayres. - EUROPA PRESS
Europa Press Castilla y León
Publicado: jueves, 12 junio 2025 18:51

SEGOVIA 12 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Asociación Camino del Asombro ha presentado la visita guiada que podrá realizar el público, en la que se incluyen dependencias del primitivo pabellón de caza de Enrique IV, el edificio que dio lugar al posterior monasterio.

El presidente de Camino del Asombro, Juan Ayres, ha presentado el programa de visitas acompañado por la vicaria de la Federación Castellana de Clarisas, madre Mariuca Mesones, y por el director general de Patrimonio de la Junta, Juan Carlos Prieto.

Desde el abandono del convento por las últimas tres clarisas, en 2021, han pasado cuatro años en los que la Federación Castellana de Clarisas, a la que la orden cedió el edificio y sus terrenos, ha buscado la forma de recuperar y mantener el monasterio y su contenido, hasta que en 2023 cerró un acuerdo con la Asociación Camino del Asombro para que ésta le gestione, si bien la propiedad continúa en las Clarisas, que tendrán la última palabra sobre las decisiones de restauración, intervención y gestión.

El director general de Patrimonio ha expuesto el nuevo modelo de actuación sobre el monasterio como "un programa de tres pilares, con investigación, conservación y restauración preventiva y explotación del bien" y ha subrayado que éste es el primer caso en la comunidad en que se desarrolla esta nueva gestión "y servirá para ensayar y desarrollar el modelo".

Juan Ayres ha comentado que la Junta ha sufragado las primeras intervenciones con 250.000 euros iniciales, pero, ha advertido de que se necesitarían "unos 10 millones para restaurar todo".

No obstante, tanto Prieto como Ayres han insistido en que la nueva forma de gestión no se basa únicamente en recibir subvenciones y reparar o restaurar el edificio, sino en "gestionar, crear un modelo de visitas, de relación del edificio con la sociedad", ha dicho Prieto, "y que tanto los visitantes foráneos como los propios segovianos sepan la historia y el riquísimo patrimonio que hay aquí, en un lugar en el que vivieron Enrique IV y sus hermanos Isabel y Alfonso, con lugares que han estado cerrados al público durante 600 años", ha añadido Ayres.

La evolución de la gestión del monasterio pasa por la primera fase de visitas guiadas y el inicio de investigaciones científicas sobre el lugar y su contenido histórico y artístico.

Aquí se contempla mostrar las piezas históricas de forma museística "y de manera que la visita sea una alternativa de ocio para toda la familia", ha comentado Juan Ayres.

La segunda fase se ocupará de las zonas verdes, "los paraísos perdidos, jardines y huertos a los que se dará un uso social", ha comentado el presidente de Camino del Asombro, y la tercera, a medio plazo, será la de aprovechar parte de las estancias para hospedería "como refugio de silencio, espacio anacrónico en el que renunciar a la esclavitud de la comunicación actual", ha completado Ayres.

Las visitas ya están disponibles para concertar a través de la web caminodelasombro.org y permiten contemplar el antiguo pabellón de caza de Enrique IV - germen del monasterio - y varias salas y claustro donde se muestran unos "magníficos artesonados creados por los mismos artesanos carpinteros que hicieron los originales del Alcázar, los que se perdieron en el incendio de 1862", ha recordado Ayres.

"La capilla en la que Isabel de Castilla pidió ser sepultada mientras se finalizara su tumba en Granada o el refectorio de las clarisas, adornado con frescos "repintados en estos 600 años, la mayor colección de Niños Jesús de España - muchos con pelo natural, recogido de las novicias a su entrada al monasterio -, varias imágenes de San Antonio, patrón del lugar, o una silla tronal que pudiera haber pertenecido al cardenal Cisneros son algunas de las maravillas artísticas e históricas de un lugar en el que uno de sus mayores tesoros es, como ha hecho notar el presidente del camino del Asombro "el silencio, que se puede romper al hacer sonar esta campana, que llamaba a las hermanas".

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