ÁVILA 18 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Obispado de Ávila llegó a un acuerdo con la Fundación Tellamar, de la institución Cruzadas de Santa María, para que gestione la Universidad Católica, y ha nombrado como nueva rectora a María Rosario Sáez Yugero en sustitución de José Manuel Sánchez Caro.
Según informó hoy el Obispado abulense, el prelado, Jesús García Burillo, dio a conocer la decisión en el claustro de la universidad celebrado hoy, donde anunció el nombramiento de la nueva rectora, que tomará posesión el 2 de octubre.
El acuerdo del obispo con la Fundación Tellamar es para que "respalde a la diócesis en la gestión académica y económica" de la Universidad Católica.
Esta fundación está presidida por Lidia Jiménez González, natural de Navarredonda de Gredos (Ávila) y directora general de la institución católica Cruzadas de Santa María, a la que pertenecen".
Natural de Langa (Ávila), Sáez Yugero es doctora en Medicina y Cirugía y fue vicedecana de la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad de Murcia, directora de su Clínica Odontológica Universitaria y miembro de diversas comisiones universitarias para el estudio de la adaptación de la actual universidad española al nuevo Espacio Europeo de Educación Superior (EEES).
A la institución Cruzadas de Santa María, según destacó la Diócesis, el catedrático José Raga; el profesor Javier García Cañete; el financiero José María Aguirre; el economista Antonio Martín, ex directorde Caja de Ávila; y el chileno Gerardo Rocha Vera, presidente de la Corporación Santo Tomás, de Santiago de Chile, entidad promotora de laAsociación de Universidades Tomistas.
García Burillo también destacó que "la propiedad y responsabilidad última de la Universidad Católica sigue siendo del Obispado de Ávila", y señaló que la institución universitaria se encuentra "lista para llevar a cabo con garantía la transformación que exige a todos los centros universitarios de España su integración en el Espacio Europeo de Educación Superior".
La Universidad Católica solventó a finales de verano su déficit económico de cerca de seis millones de euros tras una operación urbanística, a la vez que despidió a una veintena de profesores.