VALLADOLID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil, a través de sus nueve Comandancias distribuidas por toda Castilla y León, ha dado por finalizada la primera fase de la 'Operación Can', desplegada entre el 1 y el 31 de agosto, que se ha saldado con un total de 1.973 perros controlados, de los cuales 112 carecían del obligatorio microchip.
La mencionada operación tenía por objeto el control y comprobación del uso del correspondiente microchip en los cánidos así como, especialmente, el cumplimiento de las normas sobre el régimen jurídico de la tenencia de animales potencialmente peligrosos en Castilla y León.