Peritos avalan la actividad de Collosa en el sector eólico que sirvió para refinanciar una deuda de 241 millones - EUROPA PRESS
VALLADOLID, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
Dos peritos propuestos por la Corporación Llorente (Collosa) han avalado este miércoles su actividad empresarial en el sector eólico al considerar que todas las operaciones, bajo la lupa de la Audiencia de Valladolid con motivo del juicio de la 'trama eólica', tuvieron "un razonamiento económico", una "vocación de permanencia en el sector" y se tradujeron en unos beneficios de 14 millones de euros durante los diecisiete años en los que estuvo operando en este mercado.
La prueba pericial denominada de parte, al ser propuesta por los tres hermanos Llorente encausados, ha servido para realizar una radiografía del sector eólico a nivel nacional, entre el año 2000 y 2012, con una potencia inicial en el primero de los años de 1.820 megavatios y su posterior boom hasta la segunda de las fechas, con 22.700 megavatios instalados, pero también para explicar la actividad empresarial de Collosa, fundada en 1944 como constructora pero con una diversificación de su actividad con el devenir de los tiempos, ampliando la misma al sector de la promoción inmobiliaria y, más tarde, al de la energía eólica, así como para analizar las cuatro operaciones que el grupo efectuó en este último sector y que son objeto de investigación judicial.
Los dos peritos, en declaraciones recogidas por Europa Press, han manifestado que la decisión de Collosa, más concretamente de su división en el sector eólico denominada Inverduero, de unirse a otras mercantiles como Iberdrola para crear 'sociedades vehículo' es una práctica habitual no solo en Castilla y León sino en el resto de España y el mundo--las 'joint venture' en EEUU iniciaron esta senda--, además de que la participación de grandes corporaciones con socios locales facilita la financiación de esos proyectos a través de los bancos y, no menos importante, permite un mayor conocimiento de la zona aportado por el empresario local.
En ese contexto, los peritos han enmarcado las cuatro operaciones que Inverduero-Collosa realizó en el sector eólico con Iberdrola, Endesa, Preneal y EON para la promoción de distintos parques, una actividad que durante los diecisiete años en los que operó dicha mercantil vallisoletana en el sector, entre 1999 y 2017, se tradujeron en unos beneficios de 14 millones de euros, resultante de los 31 millones vendidos y los 16 millones perdidos en la gestión de todos estos proyectos.
SIN TRATAMIENTO DIFERENCIADO
El informe pericial, refrendado en sala, considera que las cuatro operaciones que como socio local realizó Collosa con estas otras cuatro mercantiles no tenían un interés meramente especulativo, ya que la vallisoletana había diversificado su actividad y entrado en este sector pujante como promotor, constructor y explotador de parques eólicos, así como que la posterior venta de sus acciones se realizó, en todo momento, "a un precio razonable y de mercado, sin haber recibido un trato diferenciado del resto de los socios" en cuanto a la remuneración de esas participaciones.
Los expertos, además, han advertido de que la mayor parte de los beneficios obtenidos en estas operaciones se destinó a refinanciar la deuda que el grupo tenía con los bancos y que se elevaba a 241 millones, fruto de la crisis de los años 2008-2009. Entre las medidas que la sociedad tuvo que adoptar para afrontar esa situación y "mantenerse a flote" figura la venta de "activos no estratégicos" que suponían sus parques eólicos y la desinversión en dicho sector. A tal objetivo responden los tres procesos de refinanciación de esta deuda con los bancos, de forma que los 241 millones a fecha de 2009 se vio reducida en 2017 a tan solo 27 millones.
Los peritos han aplicado dicho dictamen a lo ocurrido en la asociación de Inverduero con Iberdrola, a través de una sociedad en la que la primera entró con un 15 por ciento de acciones que diez años después vendió a la segunda; la asociación con Endesa, de la que obtuvo por la venta de acciones más de cuatro millones destinados al mismo objetivo de refinanciación de la deuda; la unión con Preneal, de la que adquirió el 51 por ciento de acciones por 51.000 euros que se tradujeron finalmente en 10 millones de euros tras la venta de la sociedad a EON, así como a la aventura empresarial con Eolia a través de la sociedad Eólica de Medinaceli, en la que entró también con un 51 por ciento de participaciones por un millón de euros que, una vez vendida la sociedad, le granjearon unos beneficios de 15 millones destinados igualmente para amortizar deuda.
"Todas las operaciones están sustentadas en el objetivo de obtener un rendimiento económico y los precios obtenidos por las distintas transacciones han sido muy razonables, ajustados al mercado", teniendo en cuenta que "también se estaban vendiendo flujos futuros de los parques durante su vida útil", han insistido los dos peritos propuestos por el Grupo Collosa, quienes a posteriori han sido interrogados, entre otros, por el Fiscal Anticorrupción, que ha discrepado con los anteriores sobre los beneficios obtenidos por el grupo, que cifra en 26 millones, y con los que ha entrado en numerosas ocasiones en discusión. "'Vamos a ver si nos calmamos!", ha tenido que zanjar el magistrado presidente del tribunal en su intento de poner fin al intercambio de reproches entre las dos partes.