SALAMANCA 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Policía Local de Salamanca habilitó hoy un operativo de tráfico especial en las entradas y salidas a la ciudad del Tormes con motivo de la celebración del 'Lunes de Aguas'.
Se desarrollaron actividades extraordinarias para el tráfico rodado en enclaves como en el acceso sur de la carretera de Vecinos, en la carretera de Madrid en la glorieta Leonardo da Vinci, junto al puente Príncipe de Asturias, en el Alto del Rollo, para controlar el acceso a Cabrerizos y Aldealengua, en la glorieta de la carretera de Ledesma que conduce hasta Valcuevo y otro servicio permanente tanto en La Aldehuela como en Huerta Otea.
Asimismo, la empresa concesionaria del transporte público de viajeros, Salamanca de Transportes, reforzó la línea 8 que comunica La Aldehuela con Chamberí.
En concreto, se habilitaron otros dos autobuses en el tramo comprendido entre la Plaza de España y La Aldehuela. Estos servicios permitirán reducir la frecuencia de paso aproximadamente a diez minutos, ya que a los dos nuevos autobuses se unirá, además, el que diariamente cubre el recorrido entre Chamberí y La Aldehuela (junto a la Venta del Chán), indicó el Consistorio charro.
HISTORIA DEL LUNES DE AGUAS.
Los orígenes del Lunes de Aguas se remontan al siglo XVI. El 12 de noviembre de 1543 hizo su entrada en la ciudad de Salamanca un joven Felipe II, de dieciséis años. El joven príncipe fue a desposarse en la capital del Tormes con la princesa María de Portugal.
Felipe II quedó asombrado de cómo en una ciudad llena de templos, religiosidad y saber, también más de 8.000 estudiantes disfrutaban alrededor de un complejo mundo humano plagado de criados, mozos de cuadra, taberneros, prostitutas para todos los bolsillos y dones, lavanderas, amas de llaves, buhoneros.
El monarca dentro de su rectitud cuasi monacal quedó perplejo con el espectáculo y promulgó un edicto en el cual ordenó que durante los días de Cuaresma y Pasión la prohibición de comer carne se haga extensible en todos los sentidos, y para evitar conductas que conlleven pecado carnal, obligó a que las mujeres "de vida alegre" fuesen expulsadas de la ciudad durante la Pasión.
A partir de este edicto, las prostitutas de Salamanca abandonaban la ciudad antes de comenzar la Cuaresma y el tiempo de abstinencia, y desaparecían de ella de manera temporal, recogiéndose en algún lugar al otro lado de río Tormes.
Pasada la Semana Santa y con ella el periodo establecido, las rameras regresaban a Salamanca el lunes siguiente al Lunes de Pascua, para lo cual los estudiantes organizaban una grandísima fiesta, las calles de Salamanca se trocaban en torrentes de vino tinto, y salían a recibirlas a la ribera del Tormes con gran júbilo, estrépito y alboroto.
El religioso, conocido como 'Padre Putas', encabezaba una comitiva de jóvenes y estudiantes que, con ramas de árboles en las manos, cruzaban el río Tormes en barcas para recoger a las mujeres públicas de su destierro y devolverlas con notorio alborozo al burdel de la ciudad, un acto que a día de hoy todavía se recuerda.