ANZIO, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, y el cardenal Arzobispo, Ricardo Blázquez, han podido conocer de primera mano el centro ecuménico impulsado por el cura vallisoletano José Ángel Mozo en la ciudad de Anzio, en la región italiana de Lacio, que se ha convertido en un centro de diálogo interreligioso y que vio la luz en 1979, coincidiendo con el 30 aniversario del desembarco de las tropas aliadas en Italia.
EL propio padre Mozo, que nació en Valladolid y se crió en la plaza de La Circular, ha rememorado los comienzos de este Centro Ecuménico Lavinio, en Anzio, y como fue el obispo monseñor Gaetano Bonicelli quien les pidió a él y al cura Gian Paolo Pizzondo, ayuda para hacer algo en esta zona y entonces pensó en impulsar una iglesia.
Mozo, que estudio en La Salle y el Colegio Nuestra Señora de Lourdes de Valladolid y en la escuela de Comercio, donde le dio clases el propio Miguel Delibes, ha explicado que cuando llegó a Lavinio "no había nada, apenas una capilla" por lo que se pusieron en marcha hasta que consiguieron cedidos los terrenos donde hoy se levanta el centro y que entonces ocupaban cinco hectáreas de invernadero.
Lo primero que hicieron fue comprar un millón de ladrillos porque todas las paredes de este templo, incluido el suelo, son de ladrillo tras lo que ha precisado que se convirtió en un centro ecuménico porque se encuentra en el centro "de un triángulo" formado por tres cementerios, el de los americanos y el de los ingleses que desembarcaron en Anzio para librar a Italia de los nazis, y el de los alemanes.
"Queríamos que la gente que vinieran a visitar estos cementerios tuviera un lugar donde rezar", ha explicado José Ángel Mozo, quien ha explicado que en la actualidad este lugar se ha convertido en un centro "de diálogo interreligioso" ya que en la actualidad hay una comunidad de unos 7.000 indios que cuentan con dos templos sijs.
Por su parte, el subsecretario de la congregación para el culto divino y de disciplina de los sacramentos y obipso de Rotdon, el vallisoletano Aurelio García Macías, ha explicado que cuando los padres Mozo y Pizzondo llegaron a este lugar "sólo había unas casas diseminadas e invernaderos", y con el tiempo, ambos religiosos "han creado una comunidad porque se han encargado de cuidar a la gente".
Y es que, como ha aseverado García Macías, nadie que llega a este centro se va con las manos vacías por lo que ha querido poner un apellido a este proyecto,: "Inmensa caridad", porque este espacio es "un foco de caridad, tanto con la gente católica como quienes no son cristianos".
Óscar Puente y Ricardo Blázquez han visitado, junto al alcalde de Anzio, Cándido de Ángelis, y el obispo de Rotdon, este centro impulsado por el vallisoletano padre Mozo, dentro de los actos programados por el Consistorio Vallisoletano en Roma, donde se va a presentar a medios italianos y a agentes de viajes la Semana Santa vallisoletana.
