VALLADOLID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
Citius, Fortius y Pisuerga resultan los nombres elegidos para 'bautizar' a las tres crías de águila calzada que anidan en el Campo Grande por votación de los ciudadanos de Valladolid, con lo que quedan descartados los otros tres propuestos, que eran Altius, Fama y Campo.
El Ayuntamiento invitó hace una semana a los vallisoletanos a participar, a través de su web, en una iniciativa con el propósito de darle nombre a las tres crías de águila calzada que anidan en el Campo Grande, que en unos días echarán su primer vuelo.
En primer lugar ha resultado elegido Citius (con 693 votos), seguido de Fortius (con 627 votos) y, en tercer lugar, Pisuerga (con 626), han informado a Europa Press fuentes municipales.
Son las tres opciones más votadas para 'bautizar' a estas pequeñas águilas, que a principios de otoño viajarán previsiblemente al Sahel africano para pasar allí el invierno. Los nombres descartados han sido Altius, Fama y Campo (con 624, 453 y 425 votos, respectivamente).
Tal y como explicó días atrás en el Campo Grande el alcalde, Jesús Julio Carnero, se trta de "un hecho inusual, inédito, y que debe ser protegido y puesto en valor dentro de la ciudad de Valladolid puesto que es extremadamente difícil que una pareja de águila calzada construya su nido dentro del casco urbano", menos aún en un jardín alejado del bosque de ribera como el resto de las parejas que se conocen en la ciudad.
ESPERANZA DE QUE VUELVAN
En este sentido, Carnero ha dado las gracias a los ciudadanos que han colaborado en la iniciativa, a través de sus votaciones, y también ha apelado a la esperanza de que en la próxima primavera quizás estos ejemplares regresen a territorio vallisoletano.
Gracias a su monitorización, el pasado 2 de julio, a través de la colocación de emisores GPS/GSM con una pequeña placa solar, se podrá conocer posteriormente su vuelo desde el nido y aspectos en cuanto a su biología reproductiva y sus problemas de conservación, tanto a nivel estatal como en migración y zonas de invernada.
Esta circunstancia adquiere aún mayor singularidad si se tiene en cuenta que, el año pasado, la pareja de águilas adultos ya anidaron en el mismo árbol, en el mismo nido, y sacaron adelante a dos jóvenes hembras.