VALLADOLID, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -
Tina, una lechuza campestre marcada con un emisor GPS en Valladolid ha atravesado el pasado mes de marzo el territorio de Ucrania e incluso ha sobrevolado su capital, Kiev, durante su viaje migratorio hacia Rusia, según han informado los responsables del seguimiento.
El ave comenzó su migración el 7 de marzo y, tras sobrevolar la costa atlántica francesa, atravesar Bélgica y Países Bajos e internarse en el continente para surcar los cielos de Alemania y Polonia, entró en territorio ucraniano el día 22 del mismo mes, mientras que un día más se encontraba en Kiev. Tras unos días asentada en la región rusa de Oriol, la lechuza ha continuado su viaje migratorio hacia el este.
El trabajo de marcaje de esta especie se enmarca en el proyecto de investigación 'Boomrat', financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, que estudia la ecología de las especies de fauna implicadas en la circulación de la tularemia, una enfermedad zoonótica con incidencia regular en el noroeste de España.
En 28 días, esta lechuza ha realizado un viaje de más 4.400 kilómetros, atravesando ocho países, entre ellos Ucrania, país azotado por la guerra tras la invasión Rusia, lugar de destino del ave.
La lechuza campestre es una rapaz nocturna con un comportamiento nómada, que realiza grandes movimientos migratorios prospectivos para localizar áreas con abundancia de topillos u otros roedores que conforman la base de su dieta alimenticia.
Su presencia en la península ibérica suele producirse durante los meses invernales, aunque desde el año 1993 se ha asentado una importante población reproductora en la submeseta norte, donde sus poblaciones se asocian a los picos de abundancia del topillo campesino, del que se alimenta casi con exclusividad.
El viaje de Tina, dotada con un pequeño emisor satélite de menos de 10 gramos, comienzó en la pequeña localidad de Gatón de Campos (Valladolid) el pasado 7 de marzo a las 19.00 UTC, finalizando la primera etapa de su migración a las 6.00 horas del día siguiente en la Bretaña francesa, un viaje de 780 kilómetros y que supuso volar sobre el mar durante 370 kilómetros para atravesar el Golfo de Vizcaya.
El día 10 de marzo el ave se encontraba en Países Bajos, momento en el que el rumbo de la migración giró hacia el este. El día 21 Tina durmió en la frontera polaca con Ucrania, lugar de llegda de tantos refugiados del conflicto, y se adentró en el país ucraniano.
La noche del 23 sobrevoló la ciudad de Kiev de oeste a este, abandonando el país ucraniano el día 24. Durante los días 26 de marzo al 2 de abril, el ave se asentó en territorio ruso, en la región de Oriol, retomando su migración el día 3, encontrándose en la actualidad a menos de 200 kilómetros del río Volga y a 400 kilómetros de la frontera con Kazajistán.
Estos trabajos de investigación se enmarcan en el proyecto de investigación 'Fluctuaciones poblacionales de roedores silvestres y salud pública: ecología y dinámica de enfermedades zoonóticas bacterianas en el noroeste de España' (Boomrat), un proyecto de investigación financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España y coliderado por la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de la Universidad de Valladolid y el Instituto de Investigaciones en Recursos Cinegéticos (IREC-CSIC).
En este proyecto participan investigadores de otros centros como las Universidades de Córdoba, de Castilla-La Mancha, Complutense de Madrid y de Aberdeen (Reino Unido), e Institutos como el Instituto de Salud Carlos III y el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria.
Durante el periodo 2019-22 se han marcado varias lechuzas campestres para conocer su ecología reproductora y movimientos migratorios, con el fin de evaluar el papel que estas rapaces nocturnas pueden estar desempeñando en el ciclo ecológico de la tularemia.
Los estudios llevados a cabo en el marco del proyecto están sirviendo para predecir la presencia y abundancia relativa de roedores en las zonas donde inverna o se reproduce.
Además, el viaje llevado a cabo por esta lechuza campestre pone de manifiesto las complejas interrelaciones ecológicas que existen entre las especies vertebradas, invertebradas y otros organismos como bacterias o virus, según destacan las mismas fuentes.
La lechuza campestre, al igual que otras muchas especies de aves, pueden estar contribuyendo a interconectar microorganismos y poblaciones cíclicas de roedores a gran escala, aspectos que pueden resultar claves de conocer, entender e interpretar correctamente para poder aportar soluciones que contribuyan a mitigar las enfermedades zoonóticas.